Infante del Infierno

Poderosa obstrucción,
descarado y molesto,
mi cuerpo bulle de rabia
si me guias y me rindo,
y si me confundes y me engañas?
te persigo?
eres mi desgracia.

Valientes y poderosas
las huellas que dejas
en esta arena caliente,
mira!
se marchan y regresan,
ahora
el cuerpo, me hierve.

El aroma no deja encantos
pestilencia constante
toda sangre huele a sangre
te delata, y lo sabes,
se acostumbra el olfato,
la mirada te defiende.

Llega aquel momento
ni te reconoces, ni preguntas
sigues con la excusa
mato al placer, él me satura,
alimento y lo sacio
luego descanso.
Me mira.
Desde lo alto.

Es vomito tu sabor
que todo rastro deja
amenazante posición
que mi cuerpo no alcanza,
no arranca, no mata,
y ahora vienes, que ya toca
despúes de una, viene otra,
has estudiado,
mi situación mi posición
mi dominio, mi contorno
mis movimientos, mi sumisión.

Ya veo, de tu rostro salir
la sonrisa malevola
que me hará sufrir,
ya noto, de tus manos salir
mi grito, mi alma,
mi morir.

 

Buscando demonios... Un gusto leerte

 

excelentes letras un placer leerle saludos