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infausta pestaña

Tema en 'Poemas Melancólicos (Tristes)' comenzado por Ricardo Alvarez, 26 de Abril de 2017. Respuestas: 0 | Visitas: 105

  1. Ricardo Alvarez

    Ricardo Alvarez Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Ella debiera estar bailando

    en una alegre fiesta sin máscara de brea.

    Orquestando sus pies sin pesares

    al compás de la música y floreciente tea.

    Con una pura y amplificada sonrisa

    descargando el contexto de nodriza,

    ampliada como la extensión del ciempiés ceniciento/


    Al fecundo muelle esperando

    el arribo de su príncipe gallardo

    con sueños azules sin niebla de llanto,

    en sus ojos pardos de esperanza.

    Ceñida en cintura en la estrechez del viento,

    resonando en caracola una voz

    de flauta dulce en alabanza,

    como su pequeña esfera de nova incipiente,

    que recién amanece con sus postales al alba

    Descalzando su seño en fragante .

    Electrizando su inmaculada sangre

    hasta la última vena de la pista

    en un sábado que la halle

    perdida tras la sombra de la semana.

    Acomodando la distancia que legó su niñez calva.


    Más la adolescencia en ella no danza...

    Aun no ha resuelto en sus pies de niña

    la gélidas fría en la baldosa del orfanato.

    La inocente flor púber nunca ha danzado.

    Sus pies descalzos y frágiles

    soportan la mole apilada en hilera

    de los metales impregnados en conjuro,

    en una estancia de social indiferencia

    que va arrugando sus párpados de inocencia.

    Sus piernas van atrofiando sus venas

    al caminar desnuda de piel desollada

    el vía crucis de las aceras flojas.

    Debajo raspa el rigor de la piedra,

    el camino de reptiles en la arena

    enlutando su camino tras el pan prosaico,

    a diario empaña sin pureza sus ojos pardos

    que no volverán sobre su paso andado y

    seguirán destinados al camino de los cardos

    como un trampolín y puente sádico

    donde brinca el salto al aire la danza ilusa

    en los desvencijados camastros

    donde quedan restos de labor meretriz,

    en sus ojos pardos diluidos asoma una pestaña infausta/



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    De mi libro PLANETA HUMANO - Ed. TIERRA FIRME. BUENOS AIRES - ARGENTINA

    Hecho el Depósito según la ley 11-723- registro de autores.
     
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