Información encontrada en un rincón de la noche

Ya sé que al fin saliste de ese pueblo llamado Tierra cuando intentabas
Hacerlas volar.
Su valor dejó de coronar los afectuosos ritos del Sol dejó

De enmascarar el hálido que siempre sostiene al verbo, en fin​

callaste en todos los idiomas posibles por eso te desterraron la misma
suela de tierra que te entregaba en casa por las mañanas
La misma luminosidad que hacía que tus oídos giren ante el revuelo de carrera
de las onomatopeyas de los silbatos grisáceos que embadurraban a los obreros de las 5
Y a veces
de mi tormenta de palabras mal cosidas por la mañana
¡Oh quietud de mariposas bajo el agua fría!

¡Oh banderas que llegan tarde a una guerra!​

Pero ya no importa encontrar tu biografía en las estanterías
No importa el cuello del alguién que afirma su salutación de reencuentro
Su filtrería de extraño que salió de un círculo

Ahora importa la caída no importa cómo ni dónde
tampoco importa si su tristeza apoya la quijada en alguna superficie viva
o si su alma rema

Lejos de ese pueblo todo era solemnidad de desorden
miembros esparcidos adecuadamente geométricamente dentro de blujeans
o cintas adhesivas dentro de los aviones

es mejor irse empinado
que acostumbrarse a saltar sobre esa tinta infame de una lágrima tullida
rasgada de amor
sin un implante de una seda de Dios

Y ahora
en ese caldo verde que siempre fermenta
en esa cláusula de oro que nunca anochese

ahi

desparramada como una hierba que abraza un rosal

ahi serás más alta y ninguna puerta te censurará

prosperarás en ese universo al que se reza...