Inmortal.

La verdad me exalta.

Mi única garantía de esta vida,
qué con fervor y amor llevaría,
paseando en cada subida,
me declaro alegre...
Y contigo recurrente...
Seria... Mi vida, te gozaría.

Con vientos, tiempos y calor.

Eres ese recuerdo gris que pinta cada uno de mis pensamientos, en noches calvas de estrellas y nubes que escupen electricidad.

Motivos y dulces con que llenaste este morral que siempre quiero llevar. Trampas y tristezas que hay en mi camino.

Cómo me duele que no seas tú... Cómo me duele no ser yo.

Porque bien pudo ser un disfraz el que portaban nuestras almas el día que se separaron. Ya no lo acepto, ya no lo quiero... Ya no puedo.

Son tierras blandas las que ocupo por mis caminatas, de cantares y lugares amenos. Al menos acompáñame a la Ermita.

Qué con el paisaje tú me lleves a ti.
Ayer escuchaba una canción sobre el viento y el viento recio afuera creía que podía darme paz derribando los muros entre tú y yo.

Ay qué noche, apenas florecen los pigmentos de color verde que te regalé.

Estoy.

¿Cómo puedo decirte?
¿Cómo puedo tenerte?

Cómo sabe la noche que no te olvido todavía.

Si caminas por este lado sería estupendo, por qué ya escribí y describí en un poema cada uno de nuestros andares, que con andamios creí haber creado una torre hasta tu sangre.

Cómo puedo describir los momentos que no pasó contigo... De ninguna manera quiero escribir los momentos que tú no pasas conmigo.

Una noche llena de matices vivos,
Extrayendo de mis recuerdos tus perfumes queridos.

Puedo contarte cada una de estas cosas, como prensado a sentir tu mirada sobre la mía, diciéndote ¡Mi vida! Mil años aún serás mía.

¡Inmortal! Ese es el regalo que te quiero dar.

Inmortal, así te quiero dejar.

 

Un detallado escrito que puede tratarse de una prosa poética, grato leerle

 

Tiempo sin venir Marianne, te agradezco el comentario. Saludos.

 

ya sabes por aquí andamos, grato saberte bien, saludos