Inocente (II)

No lo puedo creer y me maldigo,

no haber imaginado que ocurriera,

ni en mis peores sueños lo sufriera,

lo que pasando estoy con su castigo.


Ni nadie pensaría en ser testigo

de verme convertido en plañidera,

desolado y tirado en esta acera,

a causa del engaño de un amigo.


Mas, nunca imaginé tamaño atraco

y en desconfiar no puse mucho empeño

pues siempre fue formal, no un pajarraco.


Dejar de comportarme como un leño

y en asuntos de amor no estar ausente

saldará mi pasado de inocente.
​

 

Un despilfarro de confianza y honda decepción es la sensación que finalmente queda. Un abrazo, Bernardo.

 

No hay que confiar en nadie, bueno eso ya lo sabes, la buena gente
peca de inocente. Triste y hermoso tu soneto, y sobretodo aleccionador.
Gracias Bernardo por este rato de disfrute que me brindas. Besitos
apretados en tus mejillas.

 

La traición de un supuesto amigo siempre cala y mucho,
es un placer detener mi paso en sus letras,
abrazos de colores,

 

Ante todo,solo es ficción, afortunadamente, pero existir...existe.Y por eso lo reflejo. Saludos. Bernardo de valbuena

 

Si, si .. si hay que confiar en la gente.Esto no deja de ser un ejercicio de imaginación escrito en un soneto. Otra cosa es estar "con las orejas tiesas" por si acaso.Pero en general, el mundo es bueno, siempre en general que es , como casi nunca se debería hablar, pero se hace. Un abrazo. Bernardo de Valbuena

 

Como he dicho antes,esto solo es una reflexión en un soneto fruto de la imaginación. En España, solemos decir " to er mundo es bueno" y aunque no sea absolutamente verdad, tampoco lo es su contrario. Saludos. Bernardo