Inspiración.

Huele a madera, huele a flor,
huele a suave tierra mojada
cobijada con algodón.

Oigo gotas, oigo voz alguna,
oigo el refinado aleteo
de murciélagos en la nocturna.

Miro una silueta, miro una sombra,
miro a aves y albatros
haciendo diademas con las hojas.

Siento a mi espíritu, siento a mi ser,
los siento salir de mi pecho
buscando la vida por doquier.

Imagino un verdegal, imagino una floresta;
llena de ninfas arcanas y venustas
caminando todas por una vereda.

Canto triste y canto alegre,
canto porque en mi libertad
no hay tumbas ni cipreses.
​

 

Caramba Hoover!!! Te has lucido con este magnífico poema. Ya nos debías dejarnos algo qué leer y mira lo que nos dejaste. Te aplaudo y dejo estrellas desde estos mis suelos californianos.

 

Un gran placer me provoco leer tu ultima publicacion. Muchas feeliicitaciones. Un gran abrazo y miles de besos.

 

Hermosos y musicales versos, un gusto leerte por vez primera.
Saludos cordiales

 

Agradecido por su visita!!! Mis saludos y abrazo!!!
Nos seguimos leyendo!!!