Instante previo al advenimiento

Después de la última novela,
programe minuciosamente la partida,
lo siguiente los pasos culminantes del exilio de mi alma,
el sol en ángulo doloroso,
la tarde desvaneciendo su conjuro,
la pluma y la hoja dispuestas,
en la carta la despedida,
con sello y letra a la medida.

Ayer después de que el gato escapara
mucho después de que todo acabara,
en medio de ese hastió
nombrado y proclamado mío.

Con el vaso medio lleno
y las botellas de sutil veneno,
con la insolencia recientemente mudada
y profundidad de mi herida mal curada.

Con la parsimonia de esa noche alada
y esta herida de una guerra mal ganada,
con escrutinio de mi rutina cansada
y la grandeza y frialdad de esta sala socavada.

Yo recuerdo en mano, olvidado y envilecido
pensando en verano y en otoños en lo antes vivido,
arraigado en la fortaleza de este mundo
en la pena en la que me embargo y me inundo.

El reflejo en el espejo, mi eterna pelea
la verdad infame se me restriega y me aletea,
el tiempo indomable devorándome en silencio
y yo con las ganas de terminar en aumento.

Yo sin verdad, sin tumultos
yo sin recuerdos ocultos,
que queda que falta
yo sin gato y sin nada
la rutina constante en el olvido perfecto,
ahora si que me voy sin choques ,sin infartos
y no me llevo nada de lo que dejo
porque todo esta usado y viejo.