Intempestivamente convulsivo

Entre esta tertulia de dos seres
desconocidos, nace, de su talón
calloso, ese quizá definitivo,
flojo de existir. Un ya ves que patea
los peros de su encuentro.
Siempre de hostiga, de rápida la cita
vuelve los ojos ebrios en una
honda desaparición.
Y dónde estará el hasta pronto,
el acercarse más cuando ambos
se sonreían. Si todo es como nada:
Un pan parado en su bolo alimenticio,
un esclavo que honra la nostalgia,
tal el pecho ensartado en el límite
del gesto amoroso. Las cosas
importantes que jugaron entre bravas
gallinas y el deber de no estar loco
haciendo hambre.
Le ha gustado, a lo ancho del cansancio,
[SIZE=4]las letras paralelas a los números,
[/SIZE] [FONT=Arial Narrow][SIZE=4]el comportamiento extraño de los pasos,
[/SIZE] [FONT=Arial Narrow][SIZE=4]los oídos metalúrgicos,
[/SIZE] [FONT=Arial Narrow][SIZE=4]polvoreados de infinidad de dedos.
[/SIZE] [FONT=Arial Narrow][SIZE=4]Intempestivamente absorto y hueco
[/SIZE] [FONT=Arial Narrow][SIZE=4]un gran rato de comparecencia bulle
[/SIZE] [FONT=Arial Narrow][SIZE=4]de incertidumbre. La mujer absorbe
[/SIZE] [FONT=Arial Narrow][SIZE=4]su beso, él brilla de emoción.

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