irefutable fin (ultimos versos)... adios.

Ayer soñé que no soñé ahora, nada me agrada ni desagrada
solo se que hay un rastro de ese sueño en el atardecer de hoy,
empecino arrullando el ultimo ulular del llanto silencioso
no quería lo que quiero que ahora me entierro,
justo y firme hasta los huesos púdicos,
si se habla del delirio ahí estoy, si se murmura a voz baja seguro también estaré, no falta escribir nada para ser un nodo nódulo.

Va bajando mi ultimo suspiro apegado a la verdad decúbita
atraviesa el espacio negro pintándolo de rojo,
tengo un sabor a tarde esclarecida en la lengua,
conspiro el destino y me revelo al sol, su procedencia y su legitimo astro sin luz propia,
eructe en un segundo mis años mas blancos de crisálida afinidad,
no vi de repente al espasmo venir en su eléctrica carga,
dejarse caer sobre mi como una loza de concreto apenas simulado el espanto
luego a escupir el amor, a vomitarlo hasta el ultimo residuo estomacal, hasta la ultima nausea,
perdí el octubre rojo en un “cocktail” de espasmos sin voz,
en la huelga que planto mi pecho exactamente en mi lengua y que ninguna política logro desmantelar, ¡ojala y las políticas no fueran de ningún modo tan insensibles.

Yo beodo en resaca taciturna caminando tirado murmurante,
mis nervios son apáticos y no hay hoz ni sos ni “croos”
electromagnetizado con carga subleva, anímico negativo polo reductible,
faz de hielo, morriña cutánea a flor de piel sin cura ni cura exacta epidermis oro,
los vitrales no me bañan ni me toman furtivos por lo menos ya no,
en la imagen exacta del dislate frenesí no hay rehén de estertor,
¡¡¡ No hay mas oro en la América perdida se lo han llevado antes¡¡¡
el trigo va haciendo flor de necrópolis en tumbas,
inocular inasible dispepsia ahora irreductible y terminal,
¡tengo vocación de muerto¡,
me he dado por enterrado,

Rada etéreoanímica datil rediviva en remos dupla boyante,
que decir que se abrieron los achares y las aguas fanales que inundan,
¡me he dado por nonato nato¡
vi reír el viento de otoño dichoso en dupla armónica sin resabios,
el brazo lúdico del inti anudándose en una luna ocre diferente y radiante, la cloromicetina no puede con esta fiebre palúdica pantanal, ni las preces que traia en faltriquera,
loar loar loar… no se si se podrá o si podré mas,
no se si soy como plasmodio o como tejido muerto,
o como un espantapájaros agujerado por los cuervos.

El silo me asegura la eutanasia única disolución,
única buenaventura después del colapso ya previsto,
el “shock” esta latiendo desde el cielo boyante,
trabajar con electricidad es siempre peligroso, una inminente primicia de la muerte, deja la víscera central exantemática y tiesa como hueso,
el sol ha encontrado su luna y lo ilumina sonriendo,
no soy astro posible reflejable , solo una implosión de alguna estrella a años luz de distancia que apenas y se ve su ultimo resplandor condenada al inefable oyó
negro.
Esta es mi ultima letra con hoz y la ultima en pluma controlada a telemando desde lejos… Creo concientemente en la eutanasia…