Judas

La sombra de la traición asalta tu cabeza.
Ocupando tu mente con una interrogante.
Quién te enseñó a mentir hombre vil?
Hieres aún cuando tu boca dice la verdad.

La culpa te mantiene despierto.
Mas tu mente desconoce el arrepentimiento.
Destellos de bondad aún en ti pueden verse.
No todo en ti es malo, pero la maldad prevelece.


Por 30 monedas de platas vendites tu alma.
Acaso ignorabas que eras rico?
Él te hubiese dado el oro y la plata.
Té engañaron al pagarte con lo que ya era tuyo.


Transitas por rosas que parecen hermosas.
Sin percatarte de sus muchas espinas.
La luna aún no se a despertado.
Y ya tus pasos deambulan por las penumbras.​

 

Bella semblanza del pobre Judas que se vio en medio de una historia sin querer hacerlo, una vez escuché que existe una religión en la que sostienen que el verdadero salvador de el mundo no fue Jesus sino Judas con su muerte, a mi me da igual porque soy ateo y no creo en ninguna religión ni las necesito. Me ha gustado tu poema amigo Junior. Un abrazo. Paco.

 

Gracias Paco por la visita. Tanto tu como ateo y yo como creyente podemos concordar que a veces somos victimas de nuestros propios impulsos, lo cual nos lleva en ocasiones a traicionar y a herir aun a las personas que mas nos aman. Un abrazo hermano.