Kashmir

Ahí estaba ella, frente al espejo rociándose su segunda capa de colonia, asegurándose que el delineador de sus ojos estuviera bien delimitado. Recogió su cabello y se puso el collar que le regalo el hombre que alguna vez fue suyo.

Ella era una mujer prudente, orgullosa y fuerte; aquella clase de mujer que no comete nada que no es debido, pero hoy no era el caso, ella estaba más que preparada para cometer errores. Consciente, termino de arreglarse para el momento.

El la esperaba donde mismo, en aquel lugar donde uno al otro se entregaban sin miedo, él sabía bien lo que quería y ella también; y aunque los motivos de él no eran tan difíciles de deducir, ella iba segura y sin miedo con sus propios motivos.

Quizás no se trataba del recuerdo, ni del momento placentero, quizás ella sabía más de lo que el quizás no podía entender. Quizás ella no era tan fuerte o quizás solamente se volvía vulnerable junto a él.

Ella solo quería dejar actuar su colonia kashmir y que los sentidos de él se perdieran por un momento para poder robarle unas horas, sin arrepentimiento el veneno de su encanto corrió por las venas de aquel depredador que por primera ocasión se convirtió en la presa.

El último beso que le robo gracias a su embriagante perfume fue el último error que cometió con ese hombre. Sin arrepentimientos al día siguiente, ella se alistó para poder seguir con su vida al igual que él. Quizás seguir adelante con un recuerdo más en su agridulce historia no resultaba tan malo después de todo.

Quizás ella no había cambiado del todo y podría cometer el mismo error una y otra vez pero si algo es seguro es que debía ser libre de la misma manera que él, esperando que esa fragancia de ella nunca desapareciera para que así no pudiera olvidarla.

De la Rosa©​

 

Y seguramente él no la olvidará. La verá en el mar, en las montañas, en las caderas de hembra que pasen por su vereda. Y cuando de pronto se deje percibir un hálito de kashmir, todo regresará a su mente... con una nostálgica mueca que no llegará a ser sonrisa.

Hermoso relato, mi compa. Un saludo cordial.

 

Que bonitas palabras, muchas gracias por tomarte el tiempo de leerlo.