L.G.B.T.I. 7 (el piquito)

A mi amigo Kechy​

Nunca hablamos de este tema
en los años que llevamos
comentando de la vida,
del arroyo y de los pájaros.

Conocí a tu compañero
casualmente, tan callado
que en sus ojos la dulzura
solo es gota del milagro.

Si sabemos que sabemos,
¿es hablarlo necesario?
Puede ser que sí lo sea,
aquí estoy, lo voy hablando.

Si quizás vale un resumen,
te diré que de estos años
un recuerdo tengo dulce:
el piquito en que escapamos.

 

Pues no está de más hablarlo, y con toda naturalidad. Si se sabe, si se entiende, si se comprende, la buena amistad va por delante.
Encantado de leerte, Jorge, en este romance de cuatro en cuatro.
Un saludote amigo.

 

Gracias, Alonso. La verdad es que estuve dándole vueltas al tema para encontrar un enfoque personal, evitando la simple declaración de corrección política. Y la verdad es que no tengo muchas experiencias que me permitan elegir el abordaje. Al final vino a mi memoria este «piquito» con el que alguna vez nos saludamos con mi amigo Kechy, con el que por lo demás el trato siempre fue bastante formal (es muy reservado). Creo que mi actitud ante ese recuerdo refleja, de buena manera, mi postura ante la homosexualidad.
abrazo
Jorge

 

Buen romance dividido en estrofas de cuatro versos. Elegiste una forma de abordar el tema muy personal, alejada de la crítica socio-política.
Por lo que he deducido, tu amigo es homosexual, mas tan reservado (por lo le dices a Alonso) que ni contigo se abre a hablar de su inclinación amorosa, y que contigo tuvo un trato de cariño, amistad y respeto, y que, por tu parte, no tenías ningún reparo en saludarlo con ese "piquito" que le mostraba cariño y respeto por su esencia, sin miedo alguno.
Yo tuve un amigo en las mismas circunstancias (hablo de cuando estaba en la veintena y en la treintena), y también, en ocasiones, pues nos saludábamos con un beso, como hago ahora con muchos amigos, sin problema alguno. Muchas veces mi compañera y yo cenábamos con él y su compañero, bien en mi casa, bien en la suya, bien en un restaurante. El pobre murió ha ya muchos años.
Me ha gustado el enfoque que le diste al poema.
Un fuerte abrazo, querido Jorge.

 

Es curioso este rito de los besos. Cuando yo tenía veinte años, el beso entre los hombres era infrecuente, después se volvió costumbre. En el caso que refiero se trata de un beso en la boca, que en mi ambiente es hoy infrecuente, salvo en parejas. Me sorprendió en su momento la naturalidad, algo como aquel grito de Mowgli «¡somos de la misma sangre, tú y yo!».
abrazo
J.

 

Mi querido Tildero sensibles letras nos dejas, bordeas el tema con maestría, tu amigo, mi amigo, mi sobrino, mi vecina, bordeamos sus vidas con respeto, pero yo he comprendido que hay que compartir sin tabúes su amistad.


Me siento orgullosa de este rincón y de sus poetas, un mundo donde la libertad y la dignidad es bandera


Un abrazo querido Jorge

 

Estimado, Jorge...
menudo tema fue el que ha propuesto Sebas, y como bien dije en otros comentarios, sigue siendo un tema tabú y mal visto para muchas sociedades, incluso en nuestro país, donde existe la Ley de matrimonio igualitario y cada persona pueda unir libremente su vida a otra de su igual género. Es increíble que aún hoy exista rechazo y agresión en diversas partes del mundo, incluso hasta llegar a la muerte. Encantada de leer tus versos con los que nos has compartido esa experiencia.

Un abrazo.