La abuela.

La abuela come polvorones de olvido
como si fueran golosinas de otro siglo;
en el álbum incompleto de su mente
se confunden las horas y los días
como en una licuadora atormentada.
La abuela vive en pompas de jabón.

La abuela es como un tren en un bolsillo
con una ruta olvidada,
una luna en una percha oxidada.
La abuela tiene un descanso
pospuesto por casi un siglo
y un sepulcro paciente esperando su llegada.

la abuela finge alegrias con palabras estreñidas,
y una memoria traidora le va borrando la vida;
la abuela que tantas veces iba trazando caminos
ahora no encuentra el suyo,
una brújula desleal la va llevando al olvido.

La abuela ya pocas veces nos habla,
enciende miedos de ayer que le atrofian la saliva,
la abuela poquito a poco se va quedando dormida.

 

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Entrañables, letras para muestrxs mayores. La oxidación y el desgaste pasa factura. Y una de las peores facturas es la de perder los recuerdos.

Tus letras están muy bien repartidas, en esta humilde opinión.
Saludos