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La aceptación del origen

Tema en 'Prosa: Cómicos' comenzado por isaac newton, 15 de Septiembre de 2013. Respuestas: 0 | Visitas: 1008

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  1. isaac newton

    isaac newton Exp..

    Se incorporó:
    8 de Marzo de 2007
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    Él se llama Teo, por las noches ve su pequeña cueva con los labios adentro del fuego, el presume que lleva siglos pensando en la cueva escondida, su mejor pronóstico para atacar olas es algo así como casi cuando el sol se pone por el este; rayando sus vestiduras el asegura que solo de noche el sol está despierto, piensa que algún día desaparecerán las olas del mar, el llanto puede subir por el hasta pensar en un ocaso más seguro, sus pisadas se acortan a lo lejos mientras el, suponiendo un mar más seguro, supone que el agua es el desierto y que sus ojos desaparecerán.
    Las cuevas pueden ser otra apertura hacia la resurrección, el ángel nace conforme a las manecillas del reloj. Por supuesto los hombres aseguran el fin de la tierra la desaparición de la humanidad en un día donde todo el sufrimiento sea el que vacile y defiendan a los peces de un mar a otro si es que la vida tenía la piel seca y los márgenes de la naturaleza prevalecerán en el fuego no en la tierra.
    ¿Por qué enojar a Teo?, él es un vigilante de la cueva, su mar y su nostalgia son una comida que el mar aún no ha probado. Esperando puedes crear la ola perfecta y si la superficie terrestre tuviera más de un millón de años la sal en el mar estropearía la humedad de cada una de ellas. Así es como Teo espera la cueva escondida, mirando al mar por las noches mientras el suelo en la cueva se separa de la tierra mediante fuerzas físicas que oxigenan hasta el animal más pequeño.
    El rojo de sus ojos, su mar, descansa en una cueva por mas siglos previendo a la naturaleza de un siglo más de frio y separando cada una de sus piedras creando su bienestar en un surco que punze más arriba de los ojos siendo precavido antes de que el otro, el otro mar descienda como una nube antes de las noches frescas.
     
    #1
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