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La aparicion

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por dulcinista, 13 de Julio de 2011. Respuestas: 116 | Visitas: 7081

  1. dulcinista

    dulcinista Poeta veterano en el Portal

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    Habitaba yo una pensión en la calle Cervantes. El calor tropical de aquel verano me obligaba a tener la ventana abierta durante todo el día; frente a ella una mesa rectangular me servía de escritorio. La ventana daba a una calle estrecha, antigua, empedrada con adoquines. Aquella mañana un coche paró frente a la ventana; era un auto negro, antiguo, achatado, de chapa dura y brillante. De su interior bajó un hombre vestido de blanco; sus zapatos sonaban en el pavimento de la calle con un sonido acompasado, fino. Lo perdí de vista al desaparecer de mi ángulo de visión. Poco después llamaron a la puerta. Abrí y ante mí apareció aquel hombre vestido de blanco. Era alto y de ademanes finos; su cara era alargada, como todo el cuerpo; sus ojos azules y penetrantes y sus gestos serenos, propios de un hombre seguro de sí mismo.
    -El señor Julio Maldonado desea verle- dijo-, y dándose cuenta de mi perplejidad, agregó: le ruega que haga el honor de acompañarme a su casa, allí se lo explicará todo.
    Bajamos las escaleras y montamos en el coche. Conocía a Julio Maldonado desde nuestra estancia en la universidad. Fuimos buenos amigos en aquella fecha, pero después nuestros caminos se separaron; yo no había terminado la carrera y él había abandonado también los estudios al casarse y ponerse a trabajar como escribiente en la oficina de su padre. Atravesamos toda la ciudad para llegar a una calle populosa y enloquecida por el tráfico; aparcamos y entramos en el número cuarenta y dos. En la entrada pude leer en una placa dorada: Julio Maldonado, médico naturista. Subiendo una escalera de mármol llegamos a la casa; era enorme, con muchas piezas dispuestas a ambos lados de un extenso y largo pasillo; en una de ellas me esperaba Julio.
    -Déjenos solos- le ordenó al mensajero.
    Nos quedamos los dos solos en la habitación. Me esperaba sentado en un sillón de cuero, con un libro entre las manos y las gafas señalando la página en que había abandonado la lectura. Me senté a su lado en otro sillón idéntico al suyo.
    -Supongo que le habrá extrañado mi sorprendente llamada- dijo.
    -Sí, un poco- contesté.
    -Le he llamado-dijo- porque lo que tengo que contarle es tan extraño que tan solo un espíritu como el suyo sería capaz de comprenderlo.
    Noté que me trataba como a un desconocido, sin duda un poco indeciso, ya que si bien habíamos sido buenos amigos en otros tiempos, hacía aproximadamente veinticinco años que no nos veíamos.
    -Podemos tutearnos, después de todo, la amistad nunca se pierde del todo- dije.
    -Bien- contestó, y esbozó una especie de sonrisa amarga y triste.
    -Veo que has prosperado desde nuestro último encuentro- le dije.
    -Sí, tú, en cambio, creo que vives en la miseria- contestó.
    -Es cierto, pero dedico mis días a algo que me hace feliz- dije.
    Después de un pequeño silencio, continuó hablando: te contaré toda la historia tal y como la recuerdo, algunos sucesos se me han borrado, y otros, aunque los recuerdo perfectamente, no puedo asegurar que sean ciertos, pues he llegado a tal punto de confusión, que mezclo lo real con lo ficticio, los sucesos que realmente me han sucedido con los que he soñado. Me casé, y esto me obligó a dejar los estudios para ponerme a trabajar en la oficina de mi padre. Al principio, todo marchó bien, de todas partes nos llovían los trabajos; gracias a eso pude comprar esta casa. Después, al morir el viejo, los trabajos que nos encomendaban se hicieron cada vez menos copiosos, hasta tal punto, que llegó el momento en que tan solo hubo trabajo para uno de nosotros, y éramos tres hermanos. Así que con el poco dinero que me quedaba después de la compra de la casa, decidí continuar mis estudios de botánica. Me dediqué a ello con todas mis energías, procurando gastar tan solo lo indispensable, pues mi mujer esperaba para entonces a nuestro primer hijo. A pesar de todos mis esfuerzos vivíamos casi en la miseria. Mi mujer y el niño murieron en el parto. Para poder subsistir, ya que el dinero se me estaba acabando, me anuncié en un periódico de gran tirada como médico naturista, gracias a mis conocimientos de botánica. Todos los días tenía algunos paciente cuyas enfermedades no eran demasiado difíciles de tratar: alguna afección nerviosa, asma o dolores en las articulaciones que yo mejoraba recetándoles algunos preparados a base de hierbas. Después de la muerte de mi mujer y del niño, pasé bastante tiempo sin poder conciliar el sueño; me miraba al espejo y veía una cara demacrada, unos ojos hundidos y unos párpados hinchados. Todos mis miembros temblaban por el agotamiento. Una noche tomé una infusión de belladona. Enseguida me venció el sueño. Aquella noche soñé lo siguiente: vi un espejo enorme, cuadrado, de unos diez metros; lo atravesé como quien atraviesa una puerta abierta. Ignoro si soñé algo más, de todas formas, eso es lo único que recuerdo.Desde aquella noche, un hombre que tiene mis mismos rasgos, que no me atrevo a decir que soy yo porque aparecería ante ti como un loco, me visita bastante a menudo.Sé que no es algo irreal, lo veo, he tocado su cuerpo y hasta hablo con él.
    -Al principio esta especie de juego me pareció entretenido, pero ha terminado por aterrorizarme. Busco en mi mente una explicación lógica, pero no la hay, o al menos yo no sé encontrarla. Por eso le he llamado- dijo .
    El asunto había terminado por interesarme.
    -Hay algo que me gustaría saber-dije.
    -Pregunta lo que quieras- contestó él.
    -¿De qué habláis cuando ese hombre te visita?- pregunté.
    -Hablamos mucho de nuestros sueños, él sueña muchas veces con espadas y yo sueño últimamente con torres que se derrumban; nos contamos nuestros sueños y después intentamos interpretarlos, o bien hacemos muecas ante este espejo-, y señaló uno cuyo marco era dorado,-o bailamos enloquecidamente, y otras veces nos emborrachamos hasta caer rendidos al suelo y nos dormimos; cuando despierto, siempre ha desaparecido- contestó.
    -¿Has probado a decirle que se vaya?- pregunté.
    -Más de una vez he pensado en esa posibilidad, pero siempre la he desechahado, pues pienso que no sería muy correcto de mi parte tratar así alguien que me ofrece su compañía sin pedirme nada a cambio- contestó.
    Julio esperaba mis palabras, pero yo no sabía qué decirle.
    -No creo que sea un sujeto peligroso. Además, viendo tu aspecto se diría que su compañía te hace feliz- mentí.
    -Es verdad que antes me sentía a gusto con él, pero ha terminado por preocuparme su compañía al no conocer nada de él- contestó.
    Un reloj de péndulo dio en alguna de las habitaciones la una de la tarde.
    -Bajemos a tomar unas cervezas, te hará bien- lo invité.
    -Pero ¿y si viene y se marcha al no encontrarme aquí?- preguntó un poco preocupado.
    -Pues ya vendrá otro día- le contesté cogiéndolo por el brazo derecho para obligarlo a salir.
    Desde aquel día nuestros encuentros han sido cada vez más frecuentes. Yo le ayudo a recolectar hierbas y él me acompaña al teatro, al cine o a las librerías en busca de algún libro o revista.
    Otra mañana lo vi descender del coche negro y acercarse con paso firme y resuelto al portal donde estaba situada la pensión en la que yo vivía. Cuando terminó de subir las escaleras, yo le esperaba con la puerta abierta.
    -Tengo una noticia que darte-dijo.
    -Te escucho- contesté.
    -Al principio no me di cuenta-habló-, pero el sujeto que me visitaba poco a poco se ha ido marchitando, terminando por reprocharme mis continuas salidas. Su cara, hasta entonces lozana había terminado por parecer un cadáver y su cuerpo se había vuelto lánguido. Últimamente sus visitas eran cada vez menos frecuentes. Hoy hace tres días que no me visita, y lo máximo que hasta ahora había estado sin hacerlo era un día.
    -Ahora lo comprendo-dije-, ha estado a tu lado mientras lo has necesitado, te has alimentado de él y él se ha alimentado de ti; cuando no le has hecho caso, ha languidecido poco a poco, y con toda seguridad haya muerto allí en sus regiones de origen.

    Eladio Parreño Elías

    25-Marzo-1989



     
    #1
    Última modificación: 14 de Julio de 2011
  2. Rosario de Cuenca Esteban

    Rosario de Cuenca Esteban Verso Suelto

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    Excelente!, te envio Reputación y te aplaudo de pie
    un abrazo
    Rosario
     
    #2
  3. Yaneth

    Yaneth Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Aplaudo y reputo tu prosa mi apreciao Dulcinista, siempre tan brillante y genial, felicitaciones. Saludos y estrellas. Besos con cariño.
     
    #3
  4. mujerbonita

    mujerbonita Poeta que no puede vivir sin el portal

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    Hola
    que relato tan interesante, me quedé embobada
    leyendo de principio a fin, muy extraña esa aparición
    que de pronto está y luego ya no.
    Tomé nota de la infusión, ta vez a algún señor
    pueda servirle.
    Un gusto enorme pasar por tus letras.
    Saludos y estrellas
    ¡SONRIE
     
    #4
  5. Samuel17993

    Samuel17993 Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Increíble, un relato simbólico, como una gran metáfora de la Soledad entre El retrato de Dorian Grey (que tengo que leer) y el expresionismo de Kafka. Muy bueno y entretenido, dulcinista. Es magnífico leerte. Un saludo de Samuel, y rep.
     
    #5
    Última modificación: 13 de Julio de 2011
  6. cesarfco.cd

    cesarfco.cd Corrector Corrector/a

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    Excelentes líneas Eladio.

    Gracias mil por compartirlas.

    Un abrazo.
     
    #6
  7. rosa amarilla

    rosa amarilla Poeta que no puede vivir sin el portal

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    Un amigo imaginario?.
    Ante la soledad y el dolor de perder lo que más se quiere en el mundo, la mente coge varios caminos.
    Este pudo ser uno de ellos, una compañía ficticia para no enloquecer de soledad y de pena, que desaparece al encontrar la compañía real.
    Como todos tus relatos, impresionante.
    Un beso.
     
    #7
  8. susi underground

    susi underground Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Enorme en tu prosa, amigo dulci. Desde lo de la pensión en la calle Cervantes, hechizada me has tenido.
    Qué misterio, eso de los mundos paralelos. Mil besos.
     
    #8
  9. fiores

    fiores Invitado

    Como siempre intrigada hasta el final, me ha encantado, y tambien como siempre me deja pensando...

    P.D. Este maravilloso dibujo con el que acompañas tu relato, es tuyo?, es que he buscado, pero no he visto la firma por ninguna parte.
     
    #9
  10. dulcinista

    dulcinista Poeta veterano en el Portal

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    Mil gracias por tu eterna amabilidad mi estimada Rosario. Besos.
     
    #10
  11. dulcinista

    dulcinista Poeta veterano en el Portal

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    Muchas gracias mi estimada Yaneth. Un beso.
     
    #11
  12. dulcinista

    dulcinista Poeta veterano en el Portal

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    Amiga, esas infusiones de belladona son un poco peligrosas, te hacen ver una serpiente donde hay un perro o un simpático gatito, jajaja. Un beso y gracias por tu comentario. Besos.
     
    #12
  13. dulcinista

    dulcinista Poeta veterano en el Portal

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    Gracias mi estimado Samuel, en cuanto pueda te leo. Un abrazo.
     
    #13
  14. dulcinista

    dulcinista Poeta veterano en el Portal

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    Mi estimado Cesar, me agrada mucho encontrarte por la senda de mis relatos. Un abrazo.
     
    #14
  15. dulcinista

    dulcinista Poeta veterano en el Portal

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    Tienes razon, mi querida amiga, ante el dolor es posible imaginarse amigos para intentar mitigarlo. Gracias por tu comentario. Un beso.
     
    #15
  16. dulcinista

    dulcinista Poeta veterano en el Portal

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    Gracias susi. Un beso, mi querida poetisa. Celebro que te haya gustado.
     
    #16
  17. dulcinista

    dulcinista Poeta veterano en el Portal

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    Gracias amiga, celebro que te haya gustado. La imagen que encabeza el relato es encontrada en internet. Un beso.
     
    #17
  18. vimario

    vimario Poeta adicto al portal

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    Como siempre Eladio, tus relatos son fascinantes.Te felicito. Intenté dejarte reputación, pero no pude.
     
    #18
    Última modificación: 13 de Julio de 2011
  19. Rosaela

    Rosaela Invitado

    ... que relato Dulcinista... creatividad por partida doble... o triple... una lectura muy agradable... muchas gracias

    Un fuerte abrazo
     
    #19
  20. Glendalis Lugo

    Glendalis Lugo Poeta veterano en el portal

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    Muy ingeniso mi querido amigo,ademas de aleccionador hay personas que estar tan solos que llegan a imaginarse ese tipo de compania para no estarlo mas,muy interesante ,saludos
     
    #20
  21. Razanobu

    Razanobu Invitado

    Buenas noches dulcinista. Es increíble la forma que tienes de redactar y de crear mundos. Muy bien lo sabes porque ya te lo he dicho muchas otras veces. Una vez más nos has regalado unos cuantos minutos de diversión. Sin lugar a dudas tanto la temática como los personajes y el estilo tan especial que tienes hacen que esta historia sea toda una obra maestra. Me vienen a la mente muchos autores conocidos que al igual que tú, son capaces de crear universos como el que tú nos presentas. Me ha encantado el texto, y me lo he releído un par de veces; cada vez que lo he hecho he podido recrear la historia siendo mucho más conciso y fijándome mucho más en los matices que imprimes en el texto... ¡muchas gracias por este regalo dulcinista! ¡un fuerte abrazo! :)
     
    #21
  22. dulcinista

    dulcinista Poeta veterano en el Portal

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    Muchas gracias amigo Victor, celebro que te haya gustado. Un abrazo.
     
    #22
  23. dulcinista

    dulcinista Poeta veterano en el Portal

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    Gracias, Rosaela, besos, celebro que te haya gustado.
     
    #23
  24. dulcinista

    dulcinista Poeta veterano en el Portal

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    Cierto mi querida poetisa, la soledad es muy dura y hay que mitigarla incluso imaginándose amigos. Un beso y gracias por tu comentario.
     
    #24
  25. PEQUEÑO GRANITO DE ANIS

    PEQUEÑO GRANITO DE ANIS Poeta asiduo al portal

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    Bellísima, como siempre con ese toque infaltable de escalofríos en la espalda. Mi admirado amigo, mi abrazo y mis felicitaciones de corazón.

    Besos.
     
    #25
  26. ANAN

    ANAN Invitado

    Leerte es un deleite, tus escritos son de gran calidad y me es muy grato pasar cada vez que las compartes conmigo, siempre me logras cautivar con cada obra que puedo leer de ti, un gusto pasar amigo saludos
     
    #26
  27. Myrina

    Myrina Exp..

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    Como los niños, hijos únicos que crean sus amigos imaginarios.
    Mis cariños y mis mil estrellas por tu entretenido relato.
     
    #27
  28. alicia Pérez Hernández

    alicia Pérez Hernández Poeta que no puede vivir sin el portal

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    Eladio querido amigo!!! te dire que me siges sorprendiendo, que me dejas pensando de donde sacas cada historia, y ademas las mas son de miedo o de terror, pero siempre con tu peculiar estilo, pero me trae la curiosidad porque eres un gran escritor de cuentos de misterio y terror, me encanta leerte!!!!! un beso y todo mi carino
     
    #28
  29. elyon

    elyon Poeta recién llegado

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    otro gran relato compañero!
    lo mejor para superar un dolor del alma es un buen amigo,
    para calmar las penas, y dejar la soledad junto con sus estragos.
    saludos!
     
    #29
  30. tualma

    tualma Invitado

    Como siempre,admirable tu prosa, mi querido amigo,me han atrapado tus lineas

    BESOS Y ESTRELLAS

    Tualma
     
    #30

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