La banalidad del Mal

Sólo cumplo órdenes como Adolf Eichmann,
y también ejecuto órdenes con mi teclado,
como idiota hago cosas de memoria, sin pensar, sólo por costumbre, como un buen soldado,
renunciando a mi humanidad, como cualquier máquina de este sistema...

Todo tirano, necesita de sus imbéciles no humanos,
que han renunciado a pensar y a ser consientes de su brillo,
muertos como una piedra, a merced de los elementos como una hoja en un tornado.

Sabés? los imbéciles decidimos quien nos gobernará,
bebemos la "luz" que nos da una pantalla secuestrada,
no hacemos preguntas incómodas,
y servimos lealmente a nuestros amos,
como rocas que se dejan hacer,
como arena que se deja soplar,
como masa de carne que se muele y se industrializa,
somos un elemento más, algo maleable, algo repugnante, pero útil,
somos la fuerza que no piensa... pero que hace que las cosas pasen.

La maldad verdadera... no es una cuestión seria, la hacen los nadies
los no humanos, los que simplones
los que no sienten
desde pasarse una luz roja, hasta matar a 14 personas en una selva,
nadie quiere sentirse un ruin... así que no sienten,
nadie quiere defender lo indefendible, así que no defienden nada,
nadie quiere ser responsable... así que terminas convirtiéndote en NADA,
haciendo lo que te toca hacer, por una paga
Yo sólo cumplo ordenes, no soy responsable de NADA.

Así que sigue mirando tu porno, de una chica secuestrada y violentada, y que finge una sonrisa para tu placer,
sigue votando por tu narco favorito,
aceptando los inmigrantes, siempre y cuando no se metan contigo o tu trabajo,
perdiendo tu tiempo escribiendo poesía realista que ningún humano lee,
vive todos los días como un muerto,
y no te jodas a tí mismo queriendo ser "especial"... eres uno de 7000 millones de habitantes
NO le interesas a nadie... NUNCA BRILLES que te puedes provocar UN INCENDIO

 

Tu relato es puro Hannah Arendt. Siempre habrá millones de replicantes que en lugar de dar un paso al frente, miraran para otro lado.
Agradecido de tu aportación para intentar despertar a los dormidos.
Saludos.

 

Gracias por leer.. mi relato es un vil plagio, pero que sirva para despertar a quien deba despertar. Un abrazo

 

Me pareció un excelente poema contra la pusilanimidad, quizás es más existencialista que realista, pero da igual, en cualquier caso es un gran poema.
Mis felicitaciones, Ves. Saludos.

 

Gracias por leer Luis... Un abrazo

 

Pues aunque sea, como dices, un vil plagio, gracias por poner al alcance de todos tan buen discurso.
Saludos.
Javier