La bella Sevilla en verano (blanco)

He salido este cálido verano
por una cuesta larga y penosa,
con esta jaca lista abierta al trote
y al sensible corcoveo entre el arte.

El pícaro gitano toca palmas
desatando a Sevilla en su locura,
amo sentir con la piel ese cuerpo
de primavera que nace en el mundo.

La bella dulce es un alado puente (del Alamillo)
pero no dará nada sino es poco;
una bendita noche, linda flor

que despierta del sueño al afligido,
el tiempo desde su corazón se va
y ni aunque existiera lo sabría él.

 

Gracias por tu paso y tus amables palabras, María, espero que tengas también un excelente “finde”, un abrazo desde estos “mandriles”.