La burla

La burla

Tranquila estaba yo, recobrando mis horas…
por fin logré arrancarle a la noche su amargura;
como hace mucho tiempo no me reía a solas,
de aquel que sin piedad me utilizó en su burla.

… Y apareciste tú, con luz de atardeceres
brillando más que el Sol con tu sonrisa de fiesta,
fui a ti como la mariposa que tonta se enceguece
y revolotea encantada sin saber lo que le espera.

…Tu suave voz envolviéndome de nuevo,
tus ojos desnudando hábilmente mis entrañas,
mas el roce de tu mano fue la rápida trampa
y la dulzura de tu beso el ansiado veneno.

Y volví con paso tímido a recorrer tu senda,
la misma que anduvieron mis años juveniles,
recuerdos ya olvidados afloraron cual leyenda
y te amé como entonces, mil deseos febriles.

Abrazados al baile del mar embravecido,
fundidos en cien besos de espuma y de sal,
surgió la promesa de un amor compartido
recobrando lo hermoso que dejamos atrás.

Pero olvidamos que el pasado, es pasado y no vuelve
por más que quisiéramos hacerlo regresar,
olvidamos que hay heridas que el tiempo no cierra,
y profundos errores que el perdón no absuelve.

Mas fue hermoso sentirte abrazado a mi cuerpo,
despertar al canto de tu respiración,
bañarme en tu fuente repleta de anhelos
creyéndome la dueña de tu corazón.

Y hoy tu silencio golpea mi rostro,
tu ausencia me grita lo tonta que fui…
no hallo una respuesta por más que la busco,
…tu olvido nuevamente burlándose de mi!