La caída

Alzo el vuelo, incendiando mis ojos con los rayos del astro sol,
mantengo mi rumbo equidistante al cénit,
asciendo hasta ese instante en donde las fuerzas abandonan,
pliego mis alas y encuentro el vértigo de la caída.

¡Ha llegado la hora, necesito saber!
Esta es mi manera de conocer la verdad,
sólo tus manos pueden extender mis alas
en ese instante contiguo al fin.

Quiero sentir tus dedos protectores
sosteniendo dulcemente mi caída desenfrenada,
haciendo saber que tú y sólo tú
llenarás de nuevos colores mi corazón marchito.

¡Me equivoqué, me confundí!,
no debo construir frescos instantes que deba sentir,
sólo tengo que recuperar lo ya conocido junto a ti,
pero para ello, en tu corazón debo distinguir.​

 

una caída profunda del sentimiento

 

Gracias Marián por pasar y leer....