La caricia

La entera caricia de amor que abriga tu alma,
vino a despertar en mi corazón
el humilde anhelo de quererte,
como compañera y cómplice
de mis besos y mi amor.

La noche se va para que tu llegues,
hecha con toda la verdad que te permite la vida.
Eres como la fresca caricia
que se acomoda en la sombra
y que no deja de perseguir el viento.

Te miro y desconozco de la soledad
su insistente hastío.
En tu corazón habita
una voluntariosa mujer que amo todavía.

Cada palabra tuya crece dentro de mi,
pues con el tiempo florecen
bondades y ternuras que escuche yo de ti.

Por eso tu eres
la sensible caricia que persigue mi alma
en mi diario vivir.

Apura ya el beso en la boca.
Ya no quiero estar sin ti.
Y todo porque la entera caricia de amor
que tu eres
vino a quedarse en mi.

Avel Omaya.