la carretera y yo

for Deivi, with love, from hell



"En asuntos de amor los locos
son los que tienen más experiencias.
De amor no preguntes nunca a los cuerdos.
Los cuerdos aman cuerdamente,
que es como no haber amado nunca."
Jacinto Benavente


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Me puse los vaqueros negros y mis nuevas botas de cordones negras, tipo militar, y un cortavientos negro, que le dejó "el pesca" a mi hijo.

Un poco heavy para ir a caminar un domingo por la mañana, sí, lo sé, pero la vida es muy heavy. Lo único que desentonaba era mi paraguas, lleno de colores y con su volantito, muy pijo para ser mío.

Y me fui a caminar, como para no volver.

Esa carretera me encanta. No circulan coches, vas tú sola, y un domingo por la mañana bien temprano más sola todavía.

Siempre me gustó ir a contracorriente, estar despierta cuando el mundo duerme, dormir cuando hay ruido, y ponerme unas botas para ir a caminar mientras los demás se ponen sus deportivas.

Cuando se pongan botas yo llevaré deportivas.
Cuando se vistan de negro yo vestiré de blanco.
Cuando todos vayan a la derecha yo iré a la izquierda.

Sólo intento ser libre el mayor tiempo posible, ya sé que no somos libres y nunca lo seremos. Dependemos del aire para respirar.

Pero yo esta mañana fui libre, lo fui.

Pensé mil cosas, esta cabeza que no para nunca. Es como una batidora, a veces me la cortaría y la colgaría en la plaza mayor, o la donaría a la universidad de Santiago para que los estudiante de medicina jugasen con ella a la pelota.

Por un momento creí que era pequeña. Como cuando paseaba con mi hermana. Con una mano la sujetaba a ella y con la otra nuestra inocencia.

Me sentía libe, ni siquiera me escondía dentro del paraguas, como hago otras veces entre la multitud, todo lo contrario. Lo subía para que el aire me cortase bien la cara.

Seguí la carretera con sus curvas, como si fuera un hombre acariciando a una mujer
No quería que se acabase nunca. Solo quería caminar

"Tonto es el que dice tonterías". Y el que las hace pienso yo.

Y después de la curva otra recta grande. Y seguí caminando
Y seguí sintiéndome libre. Al menos eso creía yo.

No quería ver el horizonte. Como esas carreteras de Castilla, que las rectas son tan largas que nunca se acaban: "Ancha es castilla"

Pensé mil cosas. Pensé que porqué tenemos que unirmos a nadie, o porqué no somos libres. Sin papeles, sin promesas, sin ataduras. Porque nadie nos pertenece, porque las personas no somos trapos de cocina, ni siquiera nuestros hijos nos pertenecen, son libres, independientes, no son nuestros.

Porqué tenemos que amar a un solo hombre o a una sola mujer, o porque solo a un solo sexo.

No entiendo el mundo, ni nada, cada vez menos.

Por eso quiero ser una mona, desde hace mucho en mi próxima vida quiero ser una mona, y lo he dicho, y lo seguiré diciendo hasta que se cumpla.

Creí que había sido libre esta mañana, pero nadie es libre, nadie. Nunca seremos libres.

Entonces recordé, que en cada uno de esos pasos, en todos y cada uno de ellos, durante esas milésimas de segundo que los dos pies tocan el suelo al mismo tiempo, durante esas milésimas de segundo que levantas el pie izquierdo para dar el siguiente paso, en esas milésimas de segundo que levantas el pie derecho para dar el paso siguiente

ni un solo momento en todo ese tiempo, dejé de pensar en ti.

Cualquier día, acabaré como una loca más, descalza en el parque y cantando esa canción, en directo y sin playback, mientras me miras con ojos de loco, con ojos de otro mundo, sentado desde un banco.

"si no te das cuenta de lo que vale
la vida es una tontería
si dejas que se escape lo que más querías."

la la la la la la la

la

Antonia Mauro del Blanco

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Muy interesante el relato, un paseo matinal en el que desgranas tus inquietudes, tus dudas existenciales. Todo aderezado con ese amor fantasma que ya se presiente desde el principio. Esta muy bien escrito e incita a leerlo hasta el final. Mis felicitaciones y un saludo cordial.

 

Hoy no te hago una rima, hoy me has llevado al pasado, al mío, claro.
Hermosa prosa.

 

La libertad está solo en la mente, no hay otra forma de libertad. El ser humano no está "construido" para ser libre. Pero eso no quita que sea una palabra muy bonita . Nuestra libertad posible es muy limitada, hay necesidades físicas, emocionales, sociales, miedos, responsabilidades... Lo que realmente importa es ser libre de lo innecesario, la pregunta importante es que nos es o no beneficioso y necesario, ahí está el verdadero quid de la cuestión.

Una excelente prosa, hermosa y muy bien escrita. Felicidades y besito, compi.

 

Muchas gracias Recenty, me alegro que la haya gustado.

Hay que aderezar la vida, o estaremos muertos.

Saludos.

 

Muchas gracias señor Sánchez, pero puede usted rimar cuando quiera.

Con rimas y a lo loco.

Saludos y un buen día de San, del santo que usted quiera.

 

Muchas gracias Luis. Posiblemente, no estamos hechos para serlo, supongo que es imposible,

Algunos lo consiguieron, no se si recuerdas un pintor escltor alemán, que vivía en cuevas en camariñas, se había hecho su casita muy modesta y su huerto, y allí vivía sin ropa y sin nada, solo el mar y poco mas.

y se murió, cuando el prestige, murió de pena, de ver todo estruído, El lo había conseguido.

Pero no era libre, dependía de aquello para vivir, y murió cuando toda su obra se destruyo, todavía se conserva un museo expuesto en el mar, de que pasan basta bastante. Hace años vi una entrevista que le hicieron y me fascino leste señor y su libertad

Si este museo estuviese en otro sitio, seguro que sería mundialmente conocido.

http://www.elmundo.es/elmundo/2012/12/26/cultura/1356555462.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Manfred_Gnädinger

https://www.escapadarural.com/blog/el-artista-aleman-que-murio-de-pena-en-galicia-tras-el-prestige/

tienes razón con esta frase, "la pregunta importante es que nos es o no beneficioso y necesario, ahí está el verdadero quid de la cuestión". Pero entonces habría una larga lista de necesidades, porque no todos tenemos las mismas. En mi lista habría muy pocas cosas, poquísimas, menos que los dedos de una mano.

Podemos seguir debatiendo el asunto, aunque no estemos en socios.

Un besito y muchas gracias.

 

Se te da bien eso de pensar y de caminar a la vez y, aunque nadie seamos libres, se siente cierta libertad al leerte.
Me ha gustado, Elena, y mucho tu relato, canción final incluida.
Un abrazote... y de esos heavys.

 

Mientras haya una carretera, un camino o una acera
donde caminar sin prisas y saborear la mejor de las compañías,
es decir la nuestra,puede que la vida sea una prosa sencilla
pero sustanciosa.Un placer de lectura, Elena,un abrazo.

 

A veces me pregunto si la libertad es proporcional a las posibilidades de elegir. Y creo que es así, es más libre quien menos posibilidades tiene de elegir. Es más libre una mujer que camina descalza en África en búsqueda de agua para la supervivencia. Es más libre porque hace lo único que puede en el medio que le dio la vida. Cuando se empieza a pensar en qué calzado ponerse la libertad se pierde, porque está sujeta a demasiadas opciones y la mente fantasea con todas las esclavitudes que implican.
Lo anterior es solamente el discurrir de mi mente, después de leerte.
Gracias por escribir Antonia. Abrabesos en otro domingo.

 

Es lo que uno va pensando cuando camina por una carretera solitaria. Dejamos que el pensamiento vaya de un lado a otro y nos cuenta (y nos canta) las verdades del barquero. Es una grata reflexión, que has escrito muy bien y nos ha llevado por ese paseo de las neuronas que se conoce como no pensar en nada y pensar en todo. Lo cierto es que me ha gustado mucho. Un abrazo. LUIS.

 

tú crees que se me da bien? yo creo que se me va mucho la pinza, bueno no lo creo, estoy absolutamente segura. Pero si te digo la verdad a veces me encanta que se me vaya.

Es cuando me siento más libre, pensando y cuando estoy sola.

Me gusta estar sola y de hecho paso bastantes horas sola al dia, incluso cuando tengo mucha gente alrededor me aislo y no veo, ni miro, ni oigo.

Me encantaría se completamente libre, y no depender de nada ni de nadie, y que nadie dependiese de mí, pero partiendo de que tengo dos hijos y eso ya es imposible, y de que vivimos en sociedad y también es imposible, pues procuro serlo en muchos momentos , y no hacer lo que los demás quieren o esperan que haga. No quiero ser una cordera más, ninguna cordera de dios que quite el pecado del mundo.

Pero seguramente lo seré y mucho más de lo que yo creo, porque no tengo huevos para cogerme un par de maletas con unos pareos y toallas de playa y llevarme a mi hija que aun depende de mi a una isla, y dedicarme a hacer tortillas de patatas y paellas en un chiringuito y a vivir, a vivir de una puta vez. Largos paseos y una tabla de surf. Y que mi hija sea feliz, y disfrute del agua, el sol y cuatro tonterías más que son las que importan de verdad. Irme aunque fuese un par de años, o uno. Ves como se me va la olla? Pero me falta lo que nos falta a casi todos para muchas cosas, valor para hacerlo.

Intentar no seguir todo los cánones que establecen los demás, sino los míos. aunque me equivoque. El mundo es de los fracasados, y yo en eso tengo mucha experiencia.

besito Alonso

 

Ayyyy… y mira que te gustan las tortillas de patatas a ti (aun recuerdo la paella aquella de tropocientos huevos, je je). ¡Pero muchacha!, que no sólo de tortillas vive el ser humano, o el inhumano. En lo de estar solos, aun rodeados de gente, nos parecemos. Pero libre, libre… eso no puede ser, está prohibido y mal visto; eso sí, depender lo mínimo posible, si puede ser.

Uno, a veces, puede disfrutar siendo cordero y otras lobo o león… el pecado con un buen caldo y un poquito de jamón. Yo me suelo consolar pensando que hay cárceles en las que no se está tan mal, hasta se puede vivir.
Ya te digo (otra vez) que se te da bien pensar y caminar y la cordura con ollas; pero siempre por la izquierda si vas a pie, je je. La libertad también existe en las cosas pequeñas y en la inocencia de cantar lo que nos venga en gana.

Besos pascueros, Moradita, la la la la la.

 

La verdad es que es una prosa fresca, adolescente, Elena. Me da que tú hiciste algún pacto con el diablo, je je...
Ahora en serio, difruté de estas letras rejuvenecedoras.
Un abrazo, Elena.