la carta

Este cuento es de un viejo
Achacoso y afligido
Que sintiéndose morir
Se puso un día a escribir
Pensando en aquel sobrino
Que lo podría cuidar
Pues era la única persona
Que lo podría ayudar

Se acordó que años atrás
Su sobrino le escribiera
Rogándole que pudiera
Ayudarlo en su desdicha.
Y no le había contestado
Haciéndose bien el sordo
No quiso comprometerse
Pensando que sería estorbo.

Ahora lo necesitaba
Y le escribió al remitente
De la carta que aún guardaba
De su sobrino pariente.

El hombre era miserable
Y tenía un gran negocio
Que le daba mucha plata
Solo y sin ningún socio.
Y la plata que tenía
La guardaba en un colchón
La contaba noche y día
Y se hacia el pobretón

Cuando llegó su sobrino
Y como al mes siguiente
No se supo más del viejo
No atendía a sus clientes.
Y la gente preguntaba
Que pasaba con el tío
Y el sobrino contestaba
Con un cierto desafío
El se fue y no volverá
Y no quiso despedirse
Por allá se quedará
Tuvo mucho apuro en irse.

El sobrino por las tardes
Con un saco que llevaba
Sigiloso y cabizbajo
Al río se encaminaba.
la gente estaba intrigada
Y al verlo le preguntaba
-¿A dónde va?
Hacia el río,- contestaba
-¿y que lleva en ese saco?-
Los pedazos de mi tío.
respondía- y se reia
Por las caras que ponían.
Y así siempre al pasar
Volvían a preguntar.
Y el la misma respuesta
Les solía contestar.

La gente dudaba mucho
Del sobrino del tìo
Sobre todo cuando iba
Con el saco para el río.
Un día se juntaron todos
haciendo una reunión
Y todos ellos acordaron
Hacer una investigación
Para resolver el misterio
Decidieron averiguar
Hablando todos muy serios
Lo que iban a indagar


Y Cuando el sobrino salió
Y ya de vista se perdió,
A la casa del tío se metieron
Todos fueron a intrusear
Y de tanto rebuscar
Encontraron una carta
Que leyeron en voz alta


-Y así decía el mensaje:
Mi muy querido sobrino:
Muy bien llegué de mi viaje
Y feliz a mí destino.

Doy gracias por sus consejos
Ahora que estoy tan lejos
Pues ya creía morirme
Por achacoso y por viejo.

Nunca pasó por mi mente
Que usted solo viajaría
De polizón por el mundo,
Y los parientes encontraría

Gracias a usted no estoy solo
hoy tengo una nueva vida
Fueron a esperar mi llegada
Y darme la bienvenida.

Acá yo me he juntado
Con una buena mujer
y no estoy tan apretado
Y el billete ya he soltado

La plata es para gastarla
Le agradezco su opinión
Ahora voy a disfrutarla
Ya no la meto al colchón

Pues mientras mas viejo me hacia
Más miedoso y desconfiado
Y más avaro me ponía.
Contándola día a día

No se olvide por favor
Del encargo de su tío
Que lleve todas mis cosas
hasta la orilla del rio.

La mujer que vive allí
Usted debe conocerla.
Dejé una deuda pendiente
Y quiero que vaya a verla.

Recuerde que es un secreto
Y nadie debe saberlo
Usted. No suelte la pepa
Trate que nadie lo sepa.

No se olvide del horario
Trate de irse muy tarde
Pues ella tiene un negocio
Que solo de noche abre.

Los del pueblo son muy sapos
y le van a preguntar.
Que lleva dentro del saco
Saludelos sin contestar

Sin más ahora me despido
Por favor cumpla mi pedido.
Preocúpese de mi negocio
Recuerde que es usted el socio.

Si alguien pregunta por mí
Dígale que yo me fui
Y no vuelvo por allí.

 

geraldine:

Exclente como nos atrapas en la historia, que va tejiendo signos de tragedia, hasta que llega a un interesante final, ja ja ja

Muy bueno, la casualidad o la causalidad quien lo sabe, hizo que nadie se deleitara antes con esta joya del buen humor.

Un saludo cordial y divertido

Jaime