La carta.

Recibí tu carta.

Renglón a Renglón fue leyendo.

Entre dulce y amargo.

Digiero panales de rica miel entre hieles de vesículas viliares segregadas directamente del manglar que aglutina mi tardío despertar entre prestos y ciertos ardores.

Templando trémolos y angustias me declaro vástago en disonancias que contradicen mis pensares más cognitivos...y se seducen en beneplácito de una sonrisa templada entre frases plasmadas en tinta...de tu propia mano.

Mientras nacientes plañideras de gargantas ahogadas por el mío perder se postran frente a tu eterno ofrecer como la abajo firmante.

Recibí tu carta.

Percibido el inminente intento de llanto... pretendo coartar mi falta de virtud con una falsa sonrisa que reste fiebre al calor que poco a poco me va quemando por dentro .

Recibí tu carta...si .

Paradoja que intenta desvelar la teoría del amor como alarde icónico de un mismo pensar entre dos virtudes ; la tuya a bien seguro ...y la mia candente y espectante al regazo de tus alares en vientos gratamente propicios...aires que a tu playa pretendan vararme .

Arenas en las que tanto me gusta arrullarme y "acomiadarme" de lo perdido.

Retozar entre lo dorado que el sol refleja y la pleamar dominante en el fondo de tu mirada ; algo tan solo comparable a la inmensidad que es capaz de expresar un horizonte lleno de azules a cientos entre miles de tonos.

Tinta que tu pulgar imprime y se revela como director de una orquesta tan muda como las gotas que a modo de llanto convierten el papel en mojado sonar entre nudos de garganta.

Recibí tu carta ...y me gustó llorarla.

A.A.A.