La casa que muere.

La casa
se ha negado a contarme
todas las soledades que ha vivido.
Tal vez porque ella
tiene las paredes marchitas
y sus cuartos interiores son
antigüedades de dolores
que las plantas han sabido cubrir.

La casa sigue muerta,
pero yo estoy viva
y entre su muerte y mi vida
hay tantos recuerdos dejados
junto con demasiada soledad
que se me pegó en la piel.

¡Pobre mi casa vieja!
El lugar de los cariños
y sitio de amores e infortunios.
La casa que me vio nacer
aun cuando yo ahora,
la veo morir. ​

 

Claridad, me han gustado mucho tus versos cargados de nostalgia y esa manera de mostrar lo que es una casa vieja.

Recuerdo que hace un tiempo atrás citabamos entre amigos (arquitectos ellos) el hecho de que todas las casas morían, sobre todo aquellas unifamiliares que fueron construidas con esfuerzo y donde se encontraban todos los sueños y las esperanzas de los dueños, casas que vieron el nacer y el morir de sus habitantes en solo un par de generaciones, esto es, porque veíamos hacer los planos para construir edificios de varios pisos y la demolición de esas casas mostraban las habitaciones e instalaciones, y era un espectáculo triste, como grandes seres mitológicos despanzurrados, con las entrañas por los aires...

Yo no he tenido la suerte de vivir en una casa por mucho tiempo, siempre he sido nómade urbano.

saludos cordiales

Giovanni

 

ese hogar donde quedan tantos recuerdos. me identifico mucho incluso me inspiré en un hogar vacío para escribir un poema..
saludos Claridad, son meses que no leo un poema tuyo..jejje

 

Enmedio de cuatro paredes siempre quedan impregnadas la vivencias tanto buenas como malas. La vida es así, una casa abierta donde todos somos habitantes tentavos a dejar nuestra propia historia escrita en esas paredes. Le felicito porque veo profunidad y calidad en su escrito.

 

Hermosos y nostálgicos versos que enfocan sus sentimientos hacia la vieja casa que abrazó la vida en todas sus facetas aunque tu recalques principalmente la soledad y el dolor que allí respiró. Me ha gustado, es original en su idea y sensible en su desarrollo. Abrazote de colores para ti amiga Claridad. Paco.

 

muchas gracias señor giovanni por sentirse afín a mis simples letras........tiene usted razón...............besos para usted.....Clari

 

bueno.....pues.....entonces es hora de leer los que espero escribir....................un besote señor................Anthony........Clari

 

muchas gracias señor John Mejía.............la verdad es que no esperaba elogios........pero en verdad muchas gracias.........besos lindos..............Clari

 

es que hay mucho dolor en esa casa.....dolor en mí.....demasiados.....y cuando volví a la vieja casona....pues.....fue muy difícil.......en verdad......un beso bello para usted............Clari

 

Bella descriptiva sobre esos espacios que cobijaron tantas vivencias que quedan siempre guardadas en el corazón.
Es clásico que cuando uno vuelve a esos lugares que nos vieron crecer, broten los recuerdos nostálgicos. Hay siempre un algo de nosotros que se quedó en esas casas que nos acomañaron a travès de los años entre alegrías y tristezas.
Hermoso poema, me gustò mucho.
Mi saludo con afecto.

 

Hermoso poema bellas imágenes que añoran
tiempos que no volverán
pero que atesoras muy dentro de ti,un placer leerte, un abrazo afectuoso desde chile, saludos poeta.

 

Siempre luminosa la sensibilidad que despliegan tus versos querida amiga...ahora con ese toque melancólico que conmueve...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Las casas van desapareciendo al contrario que nosotros: primero se les muere el esqueleto, luego la carne de la cocina y las habitaciones, y por último les desaparece la piel. Éramos quienes les dábamos vida, jamás tuvieron ellas vida propia.

Las casas respiran solo por nuestras manos, mi niña. Cuando las manos se han ido, ellas mueren.

Pero las casas donde crecimos siempre cambian ante nuestros ojos. Se vuelven más chicas y, pase lo que pase, en algún momento comienzan a resultarnos extrañamente ajenas... así sigan vivas. Como si nosotros cambiásemos pero ellas no pudieran hacerlo en la misma dirección que nosotros sino en sentido contrario, o como si nuestro camino, sencillamente, fuera diferente. Total, termina siéndonos incómodo hasta dormir en ellas.

Vendrá una nueva casa que será TU casa, con paredes constituidas verso a verso desde tu sentir más íntimo. Y en ella volverás a sentirte "como en casa", con una nueva piel.

Te quiero.

 

Nostálgicos versos licuando el ayer y el presente de manera hermosa, aunque parezca contradictorio. Un placer leerte otra vez. Abrazos.