La Cascada

La Cascada

De un trampolín de punta y con palanca
saltaron virus de un millón legiones;
hoy el virus es virus por retranca
la fe del ignorante en religiones.

El salto tuvo al agua bendecida
con milagro metódico al valor
del líquido que estuvo sin la vida
y queda solo de él un gran vapor.

Las hostias tan enormes son mentira
que nadie salta un viejo trampolín;
si usado en la palanca se retira
el salto solo fue mentir al fin.

La cascada es su nombre cuando hay agua
y el agua solo es río colonial,
modesta debe ser nuestra piragua
y rico nuestro libre manantial.
No es del cuerpo la hazaña y el evento
sino el chorro que emite el pensamiento.

 

Orfelunio, siempre grata la experiencia de descubrir en su obra.
Mis humildes estrellas y un saludo cordial.