La cena de año nuevo!

¡Ay qué nervios!

Para la cena, esta noche,
te traeré un ramo de flores,
pero me acompañarás,
tu me dirás los colores;

ponte el abrigo y la gorra,
las voy a coger del campo,
no de la floristería,
¡pierden bastante poesía!

Sé de un precioso lugar,
entre montaña y laguna,
donde se juntan por miles
como reflejos de luna

tulipanes, margaritas,
varillas de San José,
dalias, narcisos e iris;
nos llevaremos café.

¿Dónde has puesto la cestita
forrada de terciopelo?
Ahí las iremos poniendo
va a ser un ramo tremendo.

¿Cómo dices, ah, las uvas!
Se me olvidaron ayer
con el asunto del pavo
y el cava, el freixenet.

Las compramos a la vuelta
y si ya se han acabado
con trocitos de melón
pienso que ¡nos apañamos!

Date prisa, ¡vámonos!
¡Felicidades a todos,
desde España,
con Amor!

 

JAJAJA Grata sorpresa ha sido esta lectura Manuelo, me pregunte ¿y este con cena de año nuevo en julio será de una religión desconocida por mi? y han sido maravillosos estos preparativos, como me gustaría una cena así, en la naturaleza del paisaje y el sentimiento. Cada detalle es una joya poética.
Me encantan todas las flores y su entorno, esa es una de las razones por la que mi seudónimo es Spring/Primavera.

 

Ah, sí, jajajajaja. Me gusta preparar la cena de año nuevo, ¡con tiempo!; que luego pasa lo que pasa, las cosas se van dejando, se van dejando... y al final nos coge el toro.... No, ahora en serio, se refiere al año nuevo pasado. ¡Cómo vuela el tiempo!