La cena

La cena

El restaurante estaba implorando
el plato fuerte de tu presencia.
Todos te miran entre bocados,
entre conversaciones misteriosas,
hondas pitadas de cigarettes,
sorbos contenidos y expectantes pestañeos .
El maître nos conduce hasta una mesa
de un dual rincón azul y reservado.
Ordenemos champán; la entrada perfecta
a la salida de nuestras imperfecciones. ..
¡Cómo nos engaña este auténtico elíxir!:
primero nos congela y enseguida nos arde...
Ya vaciamos la botella. ¡Brindemos por ello!...
¡y también por las ostras de Ostende!
¡Qué placidez!...¡la vida es tan bella!
¿quién osará decir que de un hilo pende?
Te pregunto en serio: ¿no sientes que tu carácter
ha tomado un giro más suelto y risueño?
Garçón: ¡otra champaña para escoltar estos manjares!
Esta noche nuestros temas serán todos triviales.
¡Cuánta felicidad me destellas!...
Sigue así; empañando tus brillantes.
Se me hace que estamos en un cielo ideal...
Perdón por la duda si estoy en lo cierto,
pero contesta ya, tú que sabes bastante:
¿no será que acaso nos habremos muerto?


Ariel Carrizo Pacheco

Poema XII, "Mil versos amartelados", 2003​

 

¡Muy agradecido, querida amiga! un gusto que me acompañes en esta cena, ¡un cálido abrazo!