La certeza de los espejismos.

He defendido con las uñas y los dientes
el paladar y el tacto del regreso
mientras era cobarde
y no volvía
de la hermosura de los espejismos.

Estaba allí fingiendo una certeza
en la respiración, un nombre exacto
en cada escalofrío de mi boca
para redondearte en un suspiro.

Eras un gesto entero
aunque ficticio,
eras un veredicto favorable
de sabor en mis labios
aunque exento de crímenes certeros
que acabaran con todos los volúmenes,
era una compañía de tu nombre
en toda la extensión de mi palabra.

Pero en cambio las manos,
siguiendo la estrategia de la boca,
aleatoriamente entre las ráfagas
que sentencian su tacto,
buscan testigos de tu compañía
y tan sólo tropiezan con la ausencia.

Esperaban la entrega de una brisa,
tal vez mojada con mi nombre entero
desde el origen de tu aliento vivo
como los remolinos incansables
que recorren el aire del océano
y rastrean el nombre de las islas.

Y ha sido el desenlace, sin embargo,
de un archipiélago al que sólo
le queda una bahía,
un sólo hueco
de abrazo al oleaje,
y el resto lentamente se han hundido
en un soplo de mar
y a la deriva.

 

Pero en cambio las manos,
siguiendo la estrategia de la boca,
aleatoriamente entre las ráfagas
que sentencian su tacto,
buscan testigos de tu compañía
y tan sólo tropiezan con la ausencia.​

Ya no me ando ni cubriendo, porque me tienes todo el día quita el sombrero y pon el sombrero. Ahora me le vanto y te doy una ovación cerrada de hora y media, eso sólo por esta estrofa.

Gracias y cuidado con el agua, que aquí cae a cántaros y seguro que va directita hasta esa orillita tuya.

Un beso

 

hola alter-ego....no perdon aler-ego.......lindo poema.......adios.

see you space cowboy.

 

Muy buenas imágenes, como otras veces... pero, sin dudarlo, me quedo con la última estrofa... Besos, Aler.

 

He disfrutado leyendo tu pema. Es enriquecedor y muy evocativo.

Un abrazo