La corte

Molesto, incómodo
la espera innecesaria me perturba.
Mi ser hedonista agoniza en esta sala
llena de almas transeúntes.

La irritante voz comete el crimen
del sonido disonante.

Los colores pálidos, monocromos
se impregnan en las paredes fébriles.
Yo aborrecido los observo perderse.

Una cerda pensativa me observa,
yo arrogante ignoro.
me quedo solo
la soledad saluda mi presencia.

Me desoriento por segundos
entro a un campo donde los árboles
son solo argumentos
y la libertad el suelo
que queda pisoteado.

Aún sin entender entiendo,
veo una decisión y me mantengo ajeno.
El imbécil sumergido en su imbecilidad
se marcha.

Un árbol me habla,
fui nada de uso
fui ajeno
solo un turista.

Termina la espera...

 

Vaya caballero,
es genial su escrito,
me encantó le soy sincera,
la espera, y su silencio,
pero sabe lo opacan
algunos errores de acentos,
sería perfecto si los corrigiese,
Saludos​

 

Buenos versos, me han gustado, felicidades caballero. Febriles, me parece que no lleva tilde.
Abrazos
Chepeleón