La crónica del beso

La crónica del beso


La noche fue toda nuestra. Cuántos besos fueron no importa gran cosa, no se recuerdan nunca los besos cuya suma nos convence. Uno por uno no lo hubiera creído jamás…


El amor es un beso
en la boca
que te roba el oxigeno.

Así,
besar es como escribir:
No poder hacer otra cosa.

Sin embargo, te besan
para que despiertes
y constates que aún es temprano,
para que no saltes al potro,
u ordeñes el cosmos,
para que percibas la hierba de cerca
allí donde la tierra te encuentra.

Besando,
te traspasan otros dientes,
te queman la piel,
te asfixian el pulmón,
te ahogan la palabra.
.
Pero labios,
corazón y alma,
quedan intactos
borrando la historia
y agradecidos.




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Chus Soriano



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