La desgracia de la belleza

No hay rosa más hermosa en mi jardín
Que tu cara gitana radiante,
Que sangra mi corazón de carmín
Por tu cuerpo de diamante.

Cuerpo como catedrales
De pecado divino
Que tiembla los pilares
De este pelegrino.

Senderos que marcas con tus andares
Que enamora al más asexuado,
Reacciones que son normales
De envidia cuando estoy a tu lado.

Pero lo nuestro al parecer aquí termina
En este día frío de invierno,
Mi corazón no admite más nicotina
Ni por supuesto un par de cuernos.

 

Intensas lineas donde pones bien claro
lo que no admite tu corazon.
Grato leerte. Saludos.