La diosa elipsis

Recorren las bibliotecas
unos cuantos,
millones
de títeres de madera.

Son delgados
y poco altos.
Diminutos,
si no ves.

Ágiles y veloces
saltan y brincan
por butacas y sillas y mesas.
Pasan hojas, dan patadas,
estiran de los pelos
y leen al revés
lo que tu mente cree
que es el derecho,
o recta introducida
por tanta secta
que pulula este mundo
de materia.

Ven los títeres,
y nos señalan,
sus hilos,
sus cuerdas,
lo que no dicen
las letras.

Quizá mejor detenerse
y observar los vacíos
que dejan las letras
entre los títeres
del papel de la madera.

 

sí hermano
que apunte hermoso
en tu reflexión poética
el silencio de las letras
el silencio en la vida
que tanto miedo nos da
pero desde allí se crea
desde la ausencia

un abrazo
de La Corpo

 

Toda la razón. Si yo supiera leer los silencios de la vida y letras sería un maestro; o no, ¡vaya uno a saber! Gracias muchas. Se les saluda afectuosamente.

 

Has dicho diosa?
Me llamabas?
jajajaajaj
no me contestes si no quieres,
no tengo remedio.
Besitos resacosos, fiesta virtual, ajajj
No sé nada de mareíta, la buscamos si eso.

 

no me da tiempo a buscarla, he de ir a dormir. Buenas noches mi amiga virtual alocada jajjaja.... Hasta mañanita.

 

Con la bella elegancia de tu pluma nos presentas tan hermosa obra mi lindo Ëvano. Una belleza. Un placer leerte. Besos con todo mi cariño.

 

Las bibliotecas siguen en tu mente Sr Evano, encantada de pasar a tus letras, un abrazo de titiritero? nooo jaja

 

Muchas gracias, señoras Yaneth y Ethel, por sus lindos pasos por esta biblioteca de títeres de madera. Un montón de abrazos titiriteros, pero sin cuerdas jajaja...

 

Ebanista, cuando se va a la biblioteca no hay que fumar ese tabaco rubio suyo jajaja

Sí, somos todos títeres en la materia, destaco el **en**, porque los hilos
se quiera aceptar o no, los elige uno casi siempre.
Por ejemplo nosotros somos títeres de las letras... porque queremos.

Besos