La doma

Como sombras que huyen
de las luces nuevas del día,
Así las palabras y el lenguaje
buscan escapar de la poesía.

Indómitas, cabalgan alejándose
del lazo que busca unirlas,
con fuego, pasión y pensamiento
en los versos que adentro se imaginan.

Finalmente, una por una,
caen las palabras rendidas
y el lenguaje, ya domado, trota
bajo el lazo de una dulce poesía.

 

Mmmm, y es que sino se dejaran domar no podríamos leer tan bellos poemas.
Ya veo que a tí no se te resisten compañero, jajaja.
Y es que todo lo que nos rodea, cada una de las vivencias merece ser poema.

Un beso.
Ballenito.