La droga de mi vida

Tú fuiste mi droga predilecta,

me hacías siempre volar a ciegas,

no importaba más que la inconsciencia,

solo que poco a poco me hundiera.


Era dulce y toxico tu sabor,

siempre quería más de aquel dolor,

me dejaba llevar de la situación,

y al final completamente me envolvió.


Dolor oscuro y brillante,

una mezcla de azúcar y carne,

un poco de sal y de picante,

que flameaba mi interior atarantándome.


Era al final siempre otra,

me dejaba llevar de mi congoja,

de aquel sabor amargo que siempre brota,

del producto venenoso que tú denotas.


Cuando estaba finalmente extravía,

quería más y más de tú medicina,

nada saciaba mi sed solo tu anfetamina

nada calmaba mi hambre solo la droga de mi vida.

Para todos aquellos, que encuentran en algo una droga que no pueden dejar, ya sea medicina, ya sea humano, ya sea material, todos pasamos por un momento en que nos aferramos a algo, para después evolucionar en nuestra esencia de ser.

 

Excelente maravilla de arte espléndido, profunda inspiración, intensas palabras divinas.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.