La dulce espera. Soneto redivivo.

Bendito el corazón sigue latiendo
al soco de unas piedras sepulcrales;
no sabe de latidos terrenales
ni de la esclavitud de andar muriendo.

Divino se deshace convirtiendo
su carne en pedacitos celestiales
que nutre con esencias inmortales
con la seguridad de ir ascendiendo.

Sereno no se inquieta temeroso
-seguro late fuerte su costado
con el latir más dulce y generoso-.

Espera ante la puerta bien plantado
-paciente, decidido y vigoroso-
a que la Luz lo lleve al otro lado.

 

Bendito él que recibe en calma su espera, será que de verdad ha vivido y no teme su destino.

Estrellas y un abrazo

 

Gracias, gracias huellas por tu atención y tus estrellas. Otro fuerte abrazo para ti.

 

Buen poema, muy bueno. Expresivo y bien elaborado. Un gusto haber pasado por estos lares. Bendiciones y estrellas.

 

Muchas gracias Kimbiero por gesto tan amable, por tus estrellas... y sobre todo por tus bendiciones, bendiciones que te devuelvo acrecentadas. Saludos amigo.

 

Muchísimas gracias Julia por el reconocimiento, agradecimiento que hago -naturalmente- extensible a todos los miembros del portal. Un saludo afectuoso.

 

Muchas gracias Antonio. Un saludo, amigo!!!

 

Un bello soneto donde dejas plasmada tu esencia que roza en estos tiernos versos con dulce inspiración. Abrazos grandes.

 

Muchas gracias, Nancy, por tu paso entre mis rimas y por tus amables palabras. Te abrazo de igual manera.

 

Hola maestro, hace tiempo que no disfrutaba de sus bellos sonetos, sabe que son mi deleite, mis aplausos y un abrazo.

 

Gracias siempre a ti, Luviam. Un abrazo fuerte, amiga mía.