La enredadera y sus flores.

En el segundo piso de la casa
se ve cuando la enredadera sube
y deja en los espacios vacíos
flores blancas que se quedaron
fuera de las ramas en su abrigo.

Estás allí en ellas,
en las flores que se quedaron fuera de las ramas
sumergida en los espacios vacíos de
esta alma que te mira desde abajo.

Marchaste

y

floreciste.

Creciste en el cielo,
y en mi espacio para lograrte
entendí
que no te podría hallar
porque
ni yo mismo tenía tu nombre
para suplicarte
que vinieras.
​

 

Hola, llamó la atención el título de tu poema, y al leerlo esas imagenes pintadas son reales en mi contexto, una enredadera en un segundo piso, flores fuera de tejido, aquí tu expresas sentimientos contextualizados. Imaginé un lindo cuadro. Saludos y estrellas
¡SONRIE!

 

Gracias por tu amable y bondadoso comentario. Siempre se puede tener un algo en el alma, pero aunque no lo veamos, lo podemos ver reflejado en otro ambito. El problema está cuando se pretende llamar a su alivio y no se sabe cómo hallarle.


Gracias infinitas apreciada poeta.



Gracias.



Elik.