La escuela (soneto sáfico)

No es un error considerarlo suerte,

y así se tilda, a lo que bien anhela

cualquier mortal, que al conocer la escuela

prueba un manjar que en su saber revierte.


Valor creciente que en su afán convierte

a la incultura en su mejor clientela,

te aporta ayuda y tu razón modela

y su instrucción, por eficaz, divierte.


El desdeñar su enorme potencial

que a la sazón al hombre ha sido dado

da sensación de error descomunal


y es despreciar su colosal legado.

Su magnitud es tan determinante

que es la mejor opción y más brillante.
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Aprender es una actividad de tiempo completo. Un abrazo, Bernardo.


"Más brillante"

 

Linda manera de describir la función de la escuela. Chausito. Andrea.

 

Gracias Andreas, mi soneto es el fiel reflejo de la realidad que viví intentando no perder la opción que tan felizmente se me presentaba.Y aquí sigo con mi aprendizaje continuo. Un abrazo. Bernardo de Valbuena