La espera es un perro mordiéndose la cola

1
Las hienas merodean la noche del alma
como Ulises
rey de Ítaca
esa pedregosa y chirga islita que lo ve partir
a madrear troyanos
mientras asedian a su hembra
su rancho
y su cachorro surca
el espermático Ponto

2
La mujer que espera en el balcón
no es relevante
sino la espera
alguna vez el balcón
el escenario siempre cambiante

Quien ha visto un perro
viendo partir a su dueño
luego su ansia
agazapada tras la puerta
ha visto la espera
mordiéndose la cola

 

En estos últimos meses me he sentido como esta mujer.
Encantada de leerle y dejar mi huella en sus letras.

Abrazos de colores en la distancia,

 

Que puedo decir... me dí una vuelta por tu blog... o mas bien un chapuzón, tu poesía es un río de dulce melancolia