La esposa del Sol

Arcana, inmoble y hermosa,
derrama su algente esencia
con suave y leve violencia
del Sol dorado la esposa.

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Como la conciencia humana,
arcana;
como el imponente roble,
inmoble;
como el amor, victoriosa
y hermosa.
Su aflicción formidolosa
enflaquece el hombre falto
contemplándola en lo alto
arcana, inmoble y hermosa.

Por campos hechos de grama
derrama,
ya menguante, ya creciente,
su algente,
más que henchida de clemencia,
esencia.
Bien la voz de la experiencia
con tono afirma rotundo
que nada en el ancho mundo
derrama su algente esencia.

Si maya un minino grave
con suave,
cual el cuerpo de la nieve,
y leve,
cual la mortal existencia,
violencia,
comprendiendo su dolencia
le acaricia ella el lomo
y a más el semblante romo
con suave y leve violencia.

En fin, al primo arrebol,
del Sol
al que engalana un bordado
dorado
se reclina silenciosa
la esposa.
Duerma en cama blandiciosa
que vistan albinos tules
y arrollen vientos azules
del Sol dorado la esposa.​

 

Una preciosidad de poema, me ha encantado, muy rítmico y melodioso, los versos fluyen de maravilla.
Un placer..... Saludos y universos