La eterna obscuridad

Una bonita canción sonaba,​

una cálida y dulce voz se escuchaba,​

tan feliz y bonito era ese lugar,​

que a todo dios le hizo envidiar.


Algo ocurrió en el bonito lugar,​

la música ya no se podía escuchar,​

la voz intenté buscar,​

pero ya había dejado de sonar.


Un gran caos se originó,​

y un colosal ruido llegó,​

lloraba y gritaba,​

ensordecido y ciego, la buscaba.


Después del caos el silencio llegó,​

y entre la obscuridad una sombra apareció,​

una negra túnica y una guadaña llevaba,​

y entre sus brazos a ella ahogaba.


Intentaba gritar, pero mi voz no salía,​

hacia la sombra corrí,​

pero escapaba fácilmente de mí,​

tras mucho tiempo al fin la cogí.


Se paró delante de mí,​

en sus brazos sostenía su cuerpo sin vida,​

y en el suelo la dejó,​

a ella me acerqué por mi alma corrompida.


Sus ojos cerré, y a la sombra miré,​

y ella respondió con una descarada y malvada risa,​

mi ira no pude contener,​

del cuello la conseguí coger.


Y le pregunté : ¿¡ Por qué ?!​

Y ella volvió a reír descaradamente,​

mi puño hacia su cara dirigí velozmente,​

pero de entre mis manos se esfumó.


Y lo único que de aquello quedó,​

fue la eterna obscuridad , su cuerpo inánime,

y un gritar intenso en mi corazón permaneció,​

solo me queda esperar a que venga a buscarme.​

 

¡¡ Muchas gracias !! abrazos a ti también.

 

Buen poema,saludos

 

Byze, compañero poeta,
gran poema nos dejas,
es una historia maravillosamente contada
en versos excelentemente trabajados
para que el mensaje sea claro y contundente.
Saludos, encantado de pasar por tu poema.

 

Muchas gracias por el interés dulcinista, un saludo ¡¡¡