La fábrica

Manos cansadas,
mirar de frente, sonrisas sueños.
Fechas que apuran a cuerpos que transpiran
como forma de ganarse la vida.

Para que tanto estatuto,
regla y ley.
Cada cual sabe lo que tiene que hacer,
siempre digo.
Y aquí lo hacemos.
Tarde o temprano.

Una seña entre el ruido,
basta para que alguien te ayude con el peso.
En una radio rocanrol,
en otra chamamé.
Tropical,
en otra más lejos,

Cada cual es cada cual.
Pero un mismo calor baja del techo de chapa,
y a todos nos abraza.
Pasada a pasada mitiga un poco el ventilador.
que refresca el cuerpo te duele hoy,
donde te va doler mañana, exactamente igual que ayer.

Es así,
y siempre va a ser.
Hasta jubilarte,
sacarte el PRODE, o enloquecer.

Fechas que apuran,
cada cual sabe lo que tiene que hacer.
La fábrica se mueve presurosa.

Manos cansadas,
mirar de frente, sonrisas sueños.
En una radio rocanrol,
en otra chamamé,
en otra más lejos,
tropical.

Somos un poco tangueros todos,
aunque no me quieran creer.
Nos quejamos entre el ruido,
pero en el fondo,
nos gusta hacer las cosas.

 

Describes bien la vida en una fábrica y siempre aunque se nos pague mal queremos hacer bien las cosas. Por que será ?.Un abrazo amigo

 

Tus letras siempre me llegan, me calan muy íntimamente. Pero ésta me lega de manera especial. Hace 29 años que trabajo en fábricas (hoy estoy de franco gracias a los turnos rotativos americanos), y tu visión de ese particular ambiente es tan exacta como emotiva. Un gran abrazo, amigo.
Dany.

 

Un saludo.

 

Tal vez, simplemente, no seamos tan malos como piensan/pensamos/nos hacen pensar.

Un saludo
Luis