La flor más bella

La flor más bella
que muy temprano brilló serena
creció orgullosa
aunque su tallo nació en la arena.
Sostuvo amores
con jardineros de pieles níveas
que se jactaban
de andar rociando lirios y orquídeas,
de besar rosas
y girasoles y hasta jazmines,
de ser famosos
entre las dalias de los jardines.

La flor más bella
que de otras flores no tuvo envidia,
por sus colores
ni por la lluvia que sed alivia,
mostró tranquila
sus mil colores tan delicada
y sus aromas
en día soleado y noche estrellada.

Un jardinero
de aquellos tantos que se acercaron,
de flor tan bella
sembró semillas que germinaron.
La primavera
le visitaba siempre temprano
y un día el otoño
le vio cansada y tomó su mano.

La flor más bella
hoy poco a poco pierde colores
y está segura
que está en la mente de sus amores.
Los jardineros
que un día de Julio le acariciaron,
las lluvias frescas
que con sus aguas le refrescaron,
el sol de Enero
el de Septiembre y el sol de Mayo,
la arena firme
en la que fuerte creció su tallo.

El tiempo pasa
y los jardines de aquel antaño
pierden colores
y algunos crecen año por año.
Fui un jardinero
que cultivaba claveles rojos
pero una tarde
la flor más bella me vio a los ojos.
Yo que pensaba
la flor más bella está en tierra buena,
le vi una tarde
tan orgullosa de pie en la arena.

Me dio su aroma
sus suaves pétalos, sus colores,
le di mil besos
y fueron bellos nuestros amores.
Y alguna tarde
de esas que llueven a torrenciales
me fui muy lejos;
dejé mi flor en los arenales.

Hoy de regreso
fue por nostalgia o por cualquier cosa,
vi mis jardines,
vi mis claveles y alguna rosa,
ya nada suaves,
ya sin aromas, ya sin colores,
sin tallos firmes,
ya sin orgullo, ya sin amores.

Y quise entonces
ver cómo estaba la flor más bella
y fui corriendo
hacia la arena y estaba ella.
Sus dos retoños
con verdes tallos y tal firmeza,
son herederos
de sus aromas y su belleza.
Y allí, tranquila,
con suaves pétalos de colores
aún me recuerda
como el más loco de sus amores.

La flor más bella
allí en la arena cumplió su sueño
y vi en sus ojos
que flor tan bella no tiene dueño.

 

Ayyy Paolo, qué versos más románticos, más dulces y tiernos, nada como el amor para hacer germinar hasta en la arena a la más bella flor, nada como el amor reflejado en estos enamorados versos llenos de belleza y encanto lírico. Encantada de leerte amigo. Besazos con cariño y admiración.

 

Versos soberbios y admirables de espléndida creación divina.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.

 

Amores de nunca acabar. Si germina en la arena, germinará en cualquier lugar. Gracias mi bella Lomafresquita por pasar por estas letras. Un abrazote.

 

Mil gracias por su visita amigo Jorge Lemoine. Saludos poeta.