La Frutera

Temblar es lo obvio.
Dudar es lo incorrecto.

Yo he mordido ese fruto semiperfecto,
su textura conozco, su sabor:
leche cortada exquisita y blanca,
melaza agria de tu espalda.
Una olorosa viña parca
que con mis propias sádicas palmas
desplanté, arranqué de mi alma.

Pulpita que hoy expele y
me envía a casa ese antaño olor,
mi apetito radicaliza
y a mi corazón ruega perdón.

Tus brazos me miran, abrasadores.
Tus dientes aprietan, rompen mi corazón.
Y sé que trastornarme es obvio,
pero dudar, querer moderte...
Sacarte la cáscara para comerte...
Pero dudar, deshacerme en babas nuevamente
es el error.

 

Que hermoso poema.. me gusto mucho.

Roxana

 

sugerente, me dio hambre de buscar musas

 

muchas gracias =D