La gloria me dirige

En conflagración entre abismos
no hay nada que el Señor
haya sacado de la oscura luz
con rigidez y certeza.

Cendal de aromas
hiedra, flores del campo
sonroja a mi clavel carmesí
el pudor de su brillo.

Todo lo impulsa el amor,
este amor que te tengo,
florecerá este gusto que tengo
seguro del rígido invierno.

Florece mi amor a orillas del trigal
pues mi amor en andanadas florece,
yo, entretanto, suelto las riendas
de mi alegre canto.

José Manuel Muro Mora...---------

 

Bellos versos, preciosa poesía admirable y soberbia.

 

No me gusta perdona. Este patetismo explosivo, este irrealidad absurda (al mismo tiempo así comun en los poemas de amor), parece un lenguaje que quiere cubrir la falta de un núcleo poético. En resumen, mucho sentimiento y poca poesía. El amor es grande y muy simple. Los profetas (y sus linguaje del miedo y del asombro) que se queden en el Antiguo Testamento. Mi opinión. Ciao, Marzio