La gran miseria humana

LA GRAN MISERIA HUMANA:
VIA CRUCIS PARA UN PASAPORTE
Por José Luis Mendoza
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Era un sudoroso día canicular de esos acostumbrados en estos lados del globo terráqueo. Ella estaba en su larguísima “cola” que avanzaba lentamente en la medida en que lentamente también iban atendiendo a los primeros de la fila.
Son estos tiempos en que la familia se está quedando completamente sola y el país se va envejeciendo porque los más jóvenes se van o los están haciendo ir a otras lares a veces sin destino cierto, pero cargados de grandes esperanzas.
Ella, ex funcionaria del Poder Judicial, recordaba aquellos tiempos cuando no había que hacer espera para nada; cuando le gente iba a sus trabajos de oficina bien vestida o de uniforme y tenían un trato amable, decente y respetuoso con todos. Casi se le vuelven agua lo ojos quizás por las lágrimas internas o por que el sudor columpiaba en sus pestañas.
Y por fin llegó allí en donde está el portero. Él ordenó casi a gritos que se dirigiera a la funcionaria que señaló con el dedo índice. Frente a la funcionaria saludó con palabras del tiempo pues ya hacía rato había pasado el mediodía. Esta ni siquiera la miro, recibió los documentos y preguntó.
-¿¡Qué quiere!?
Las admiraciones son de voz en alto.
-Vengo a sacar el pasaporte para mi hija de 16 años.
-¿¡En dónde está el esposo!?
A la indefensa mujer se le revolvieron todos los apellidos de sus ancestros, y recordó las peripecias que tuvo que pasar para poder obtener la autorización de la LOPNA (Ley Orgánica de Protección al Niño y al Adolecente) ya que el padre de la niña se hace el loco, se hace el que no aparece… para hacerle la vida de cuadrito a su expareja.
Llenándose de paciencia respondió:
-En los documentos que le acabo de entregar esta la autorización de la LOPNA.
-Ah, bueno, masticó la funcionaria.
Escribió algunas cosas en una hoja de papel y la refirió a otro funcionario que está allá en el extremo del pasillo.
Este funcionario al ver la planilla que la usuaria llevaba exclamó.
-¡Pero qué mujer tan bruta… protestó señalando a lo lejos a la funcionaria e indicándole a la interesada los errores que tenía el formulario y que debía ir nuevamente allá para corregirlos.
Volvió otra vez hasta la susodicha. Ésta al ver las observaciones exclamó:
-¡Qué huevo¡ y estalló en gritos con el otro funcionario y se formó un dimes y diretes de uno a otro lado. Por fin se corrigieron los errores y la interesada llegó al momento para que le tomaran las fotos a su niña.
Si los momentos anteriores fueron de rabia e incertidumbre en los cuales tuvo que contener entre sus labios un torrente de protestas, aun cuando en su cerebro hervía un volcán de angustias este acto fue el de mayor nerviosismo por cuanto mientras la funcionaria ponía tiesa a la niña para que no se moviera y mirara fijamente a la cámara, la hija de ésta que estaba llegando de la escuela se comía una empanada y sobre el escritorio había colocado un recipiente con jugo que amenazaba derramarse y dañar todos los documentos, incluyendo la constancia de la LOPNA que tanto esfuerzo sacrificio había costado conseguir.
-¡Niña, cuidado con el jugo…¡
Por supuesto que la madre no prestó ninguna atención.
Ya para la salida se dirigió al funcionario de la disputa con su compañera y le preguntó:
¿Para cuándo debo tener el pasaporte de mi hija?
Silencio total, no tuvo ninguna respuesta. Otra usuaria le dijo:
-A lo mejor dentro de tres meses.
Aquí ya la mujer no aguató más y dirigiéndose al silente funcionario le dijo:
-Mire, yo ha venido aquí para hacer uso de un derecho y obtener un documento personal que es de obligatorio uso. He oído y recibido avergonzada, junto a mi menor hija, miles de groserías y maltratos que no nos merecemos ninguno de los venezolanos que tenemos estas necesidades.
Y se marchó indecisa sin saber a dónde ir: sí a su casa o a un sicólogo o siquiatra.
Lo triste de todo esto es que este trato es igual en todas las oficinas públicas, salvo rarísimas excepciones. Pero lo más triste aún es que ya esto se observa también en muchas empresas privadas.

 

Querido amigo poeta y periodista.

Por lo que aparenta ser... creo le falta, màs visiòn y crocretizaciòn periodìstica, en "polìtica interna y social", si presenta una denuncia al mundo "hàgalo" con nombres y apellidos; de lo contrario su versiòn pasarà desapercivida como una màs del montòn..., como periodista y tan galardonado que ha sido en su profesiòn; molèstese o mejor dicho es su deber "moral, ètico y patriòtico", hablar sobre la antìgua repùblica; antes del "Chavismo"; diga porquè no progresò su querida y admirada Venezuela ???, dònde se fue el petròleo y sus riquezas ???, porquè sus riquezas estaban solamente en la clase social privilegiada ???, debe de avergonzarse de escribir "estupideces" porquè, no habla de su progreso actual, de las mejoras de los pobres que anteriormente eran "invisibles" ???, de sus campañas a favor de los màs desamparados ???, de su progreso militar y satelital ???, de las nuevas juventudes, en el progreso de sus futuros ideales ???, del C.E.L.A.C. y otros organismos, verdaderamente "patriòticos" que enaltecen el pensamiento del "Libertador Bolìvar", irònicamente su "ego" lo traiciona !!!, al mencionar los que hacìan y han hecho siempre las empresas privadas "Privar y oscurecer a la verdad" a sus concuidadanos..., reflexione antes de escribir !!!, en "Mundopoesìa" no habemos personas que podamos creer en mentiras, peor de un Sr. periodista de su calibre, que tenga en su escrito tantas faltas ortogràficas ???, y no se encuentre en ella una verdadera "semàntica, ni retòrica" expresada en los liniamientos gramaticales màs elementales en su escrito ???... el mismo que està lleno de "catacresis" y "deprecaciòn" de la sintaxis..., lo saludo como poeta, nò como periodista, lo lamento !!!, de esa manera sòlo nos dà ha entender que la "Miseria Humana" fueron antes del "Chavismo", y Usted estuvo siempre presente !!!, gracias, Afro-Toasa.