La guerra

Había caminado unos 15 kilómetros, la sangre cubría su rostro, el dolor le arrebataba la esperanza y el hambre hacía destrozos en su alma atrofiada.

Fue quizás en ese momento que en su angustia entendió, que de nada había servido arrebatar otras vidas, por una causa perdida y de razones ambiciosas, su mente cedió y sus sentimientos también, el hombre no aguantó y el llanto empezó a correr.

Desastre trae la guerra, arruina nuestra vida y a la misma primavera, solo quisiera poder evitar ver estos rostros de dolor, borrar los recuerdos que se comen las entrañas de mi ser.

El rugir de los fusiles a la distancia se escuchó, el humo crecía, la expectativa aumentaba, fue así como empezó a dispersarse el batallón, los cuerpos cayeron uno a uno como gotas de tormenta golpeando el piso suavemente.

Pensar en el dolor, en la angustia de los corazones, ¿Cómo la ambición de unos cuantos destruye tantas naciones?.

Dijo alguna vez alguna persona en algún lugar; “La guerra es el motor de la historia”.¿Un motor de llantos rotos y cuerpos muertos es digno de nosotros?

No quiero mas guerra, vete ya como se vá el sol, no vuelvas nunca que tu existencia me repugna, no quiero ver a este pueblo sufrir, que quizás mañana yo tendré que huir, de las balas perdidas, de los cañones y su rugir.

Y si la guerra es lo que mueve esta historia, pues que historia tan desdichada me ha tocado vivir, pues si arreglar nuestras diferencias o cumplir nuestras ambiciones, requiere un montón de absurdas invasiones. ¿Porque no mejor pelear una guerra con un arma llamada amor?


Erick Giovanni Navarro Cárdenas
primavera del 2006
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