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La guerra...

Tema en 'Fantásticos, C. Ficción, terror, aventura, intriga' comenzado por ANTHUA62, 20 de Marzo de 2016. Respuestas: 0 | Visitas: 945

  1. ANTHUA62

    ANTHUA62 El amor: agua de vida y esperanza...

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    Hombre
    ...Era una nación ambiciosa, intrigosa y letal como poderosa. Su desarrollo económico era casi siempre sobresaliente y su tecnología iba a la vanguardia. Lamentablemente lejos de usar sus avances científicos para su propio beneficio, refiriédonos concretamente a su pueblo, a su gente. Los empleaba principalmente para satisfacer la ambición desmedida de una "elite", un pequeño grupo de individuos que se encontraba en la cúspide de ese poder, al cual manejaban a su antojo. Utilizaban entónces todo su recurso, como en un inmenso juego de ajedrez, para derrumbar alfiles y torres, acomodando estrategicamente su siguiente jugada: siempre a ganar sin importar sacrificios. Podían prescindir sin chistar, lo mismo mismo de un humilde peón, que bien podía representar a un individuo, un grupo y hasta un pueblo completo sin que les importara de qué parte del Orbe -incluyendo el suyo-, para cumplir con sus propósitos y ganar, ganar sobre todo. Su dominio del mundo incluía casi todos los ámbitos, casi todos los lugares, casi todos los rincones sobre y bajo el cielo; sobre y bajo la tierra.
    Entonces, el hombre despertó. Y miró y comprendió: ¡su mundo peligraba! Sus noches eran pesadillas buscando una respuesta...¡una solución!

    ...Era una nación poderosa, tecnológica y militarmente. Evolucionada y conciente de todo lo que sucedía. Contraria a la otra que dominaba la mitad del Mundo, no intervenía en los designios de otras pequeñas naciones porque comprendía sus soberanías y su derecho a ejercer su propio reto y su propio encuentro. Sin embargo no dejaba de incrementar sus recursos para actualizar sus tecnologías y promover sus avances. Parecía como ejercitándose y estar siempre en forma para una confrontación. Siempre preparada, siempre alerta.
    Sabía que todo era cuestión de tiempo y algún día que no deseaba sinceramente, sucedería lo inevitable: la pelea con el que se decía su rival. Entónces otro hombre se levantó muy de mañana, y comprendió. Su nación siempre le decía que le necesitaba con vehemencia, con todo su mejor empeño e inteligencia. Que amara tan profundamente a sus hijos, que fomentara su amor e insertara valores y orgullo por pertenecer a esa gran nación. Entónces comprendió al igual que todos sus compatriotas, que todo ello se debía a que algún día surgiría su más grande reto: La confrontación con el más grande enemigo de su Patria. Y esta estaba ya muy cerca...

    ...El reloj ahora está en retroceso. El Mal contra el Bien, una lucha de titanes en ciernes.
    Los dos hombres en las dos mitades del mundo comprendieron como conectados a la distancia. El temía inseguro y anonadado,
    El otro, seguro y dispuesto, pero sin desear aun tal confrontación, porque como su Patria, él nunca la deseaba. Sin embargo estaba preparado.

    Allá, en las sombras del anonimato, ese grupo: La "elite". Movía sus piezas en ese ajedréz maldito tratando de encontrar la jugada que pondría en "jake" al contrario. Y así atrapar su máxima pieza y derribarle. Ya se frotaban las manos suponiendo su estúpida victoria. Después de todo todos los "peones", algunas torres y caballos y alfiles, quizás la mayoría, son "sacrificables". "¡Bah, no importa!" Dijeron. "¡Lo importante es ganar!"...

    ...Afuera, en la distancia, una flotilla de naves proveniente de Alfa Centauri, estaban muy cerca de completar su tan esperanzador viaje. Llevaban buenas nuevas, llevaban la esperanza y lo mejor de sus preceptos, su tecnología y sus avances médicos...¡llevaban la esperanza y la concordia!
    Su lider miraba su mano sosteniéndo firmemente con sus tres dedos, un disco de oro con toda la información de la localización de un pequeñisimo punto azul, mismo que ya se vislumbraba en la inmensidad de la noche acercado un billón de veces por su pantalla. Hacia ya tiempo que felizmente una nave de carga encontró en su camino un artefacto creado por una inteligencia hasta ese momento desconocida, misma que invitaba a conocerles ofreciendo lo mejor de si.
    El comandante supremo esbozó una sonrisa ilusionado, la cual compartieron todos su mas cercanos colaboradores. -"¡Vamos!"-. Dijo. "Estamos apenas a 3 moos -un año luz terrestre-, de encontrarnos con estos seres extraodinarios y estrecharles fraternalmente. -"¡Vamos, vamos!"...

    Los dos hombres rezaban hacia un mismo cielo: "¡Señor, mándanos tu esperanza, y perdónanos si acaso no nos entendemos!"...


    anthua62
    México 20-03-16
     
    #1
    Última modificación: 20 de Marzo de 2016

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