La hoguera

Mil gritos se escapan con razón
de una ardiente y encendida hoguera
que lentamente consume lo que era
el más alegre e ilusionado corazón.

Condenada y malsana obstinación,
que no repara que esa maldita ceguera
cada dia del mundo solo espera
destruirse sin demostrar compasión.

El mas lúgubre final se augura
al dueño de esa alma martirizada
que envuelto en un manto de negrura

devuelve con maldad cada mirada
envenenando hasta el alma mas pura
para hacerla sentirse ultrajada.​

 

una apuesta bien labrada, sabes jugar con las armas del lenguaje.

 

Esta es mi estrofa preferida, aunque todo el poema es maravilloso.

Mil gritos se escapan con razón
de una ardiente y encendida hoguera
que lentamente consume lo que era
el más alegre e ilusionado corazón.

Lúgruve final para las almas condenadas por la obstinación.

Saludos.

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Gran poema, tiene muy buenas rimas.

Saludos...

 

evocador soneto, una hoguera para la terquedad si me disculpas la irreverencia.

magnifico, amigo.
salud!