La hora aterradora

Otra vez sentado frente a mi cuaderno,
enfrentando a mis demonios,
brotando mis cuernos,
son la prueba de que sigo vivo,
es el sendero que he escogido
¡Te lo repito!
No hay marcha atrás,
oscuridad por delante y por detrás.

Mi imaginación me da la vida,
pero también me asusta y me la quita,
suspirando: ¡Algún día!
Adentrándome en las vías
donde estuve a punto de quitarme la vida
¡Que agonía, necesito una cirugía!
Me ahogo en sangre
¡Que desastre!
El perfume de la muerte
me envuelve y me retiene.

Que decirle a mis padres
cuando todo lo que veo se desmorona,
entre sollozos se ahoga mi honra,
ha llegado la hora aterradora,
la verdad se fracciona,
la lujuria me apasiona,
el contacto visual hace que tu piel se erice,
exorcizas mis demonios y haces que me excite.

 

Simplemente... ¡Magistral!

 

¡Me encantó! Un enorme placer leerte.
Saludos.
Azalea. (Soy mujer)

 

Dolientes tus letras Nicolás, un estilo muy intimista, donde expones
tus sentimientos en total desnudez, gracias por hacernos partícipe
de ellos. Besitos apretados en tus mejillas.