La hora de revelarse

Ha llegado la hora​

de rechistar a los alcahuetes ​

de lo público: ​

En sus cajas de música ​

sólo hay estridencias.

​

Se retratan a la puerta del cielo, ​

mientras duermen en el infierno.​

Han germinado ​

en el humus de la corrupción ​

y de las falsas apariencias.​

Antes de que el poder nos inocule​

la enfermedad de la resignación ​

y abandonemos los sueños, ​

urge rejuvenecer con la ética ​

y dejar de considerar trasnochado ​

el sentido común.​

​

Da la cara, hermano. ​

Toma partido ​

por los últimos,​

sin estar afiliado ​

a ningún pesebre.​

No queremos esperar a ciegas

un mañana robado.​

Gritemos juntos:
“Así ya no”.​

 

Excelente, hay que revelarse ante el sistema..!!!

 

Sííí....Steve....creo que lo peor que nos puede pasar es resignarnos como si las cosas que llegan no se pudieran cambiar...y creo que la poesia tiene que contribuir a este despertar de las conciencias...un abrazo, Lorenzo.